Al llegar a la puerta, Julia se detuvo y se volvió:—Ustedes solo desean echarme de casa.—¡Julia, mamá tiene buenas intenciones, está preocupada por ti! ¿Por qué siempre malinterpretas todo? —protestó Mariana.Julia sonrió fríamente, sin molestarse en responder, y se marchó en su coche.Fue al supermercado más cercano, compró toallas sanitarias y se dirigió directamente al baño para cambiarse.El analgésico no había surtido mucho efecto.El dolor punzante en su bajo vientre era cada vez más intenso, haciendo que sus piernas temblaran débilmente, como si sus rodillas hubieran perdido toda su fuerza.Cada paso que daba sentía que su cuerpo iba a desarmarse.Con dificultad regresó al coche, arrojó las bolsas dentro e intentó llamar a Valeria.Pero antes de poder marcar, una oleada de mareo la invadió.Justo antes de desmayarse por completo, vio una figura abalanzándose hacia ella, sosteniéndola——¡Julia, Julia!Joaquín la sostenía, llamándola repetidamente con desesperación.Julia recobr
Baca selengkapnya