—Javier, eres tan bueno—Claudia levantó la barbilla con satisfacción, mirando desafiante hacia Mariana.Mariana, viendo el teatro de los dos, encontraba la situación divertida.Estos dos de verdad eran tal para cual.Javier, al ver la cara entre risueña e indiferente de Mariana, se sintió aún más incómodo, mirando enojado a la dependienta.—¿Qué pasa, por qué no te apuras? ¿No entiendes lo que digo?La empleada se apresuró a explicar: —Señor, lo siento, este diseño solo existe una pieza, y estas otras son ediciones limitadas que ya no tenemos en la tienda. Pero si lo necesita, podemos hacer un pedido. Puede pagar ahora y recogerlas más tarde.—¿Cuánto cuestan?—Este lleva bordados de un maestro artesano, treinta mil dólares, este es un diseño exclusivo, doscientos mil dólares, este...Los ojos de Javier se achicaron de golpe, quedándose callado al instante.¡Un conjunto de ropa costaba cientos de miles de dólares, sumando casi un millón en total!Por muy rico que fuera, no gastaría as
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