Tres años de olvido, un divorcio y lágrimas의 모든 챕터: 챕터 11 - 챕터 20

Zaid le había llamado a Laura hace media hora.Dijo que en un diseñador de alta costura había elegido un traje de entrevista para mí, pero él estaba en el hospital y tenía algo urgente y no podía salir, así que contactó a mi mamá, esta experta en la relación matrimonial, su suegra.Zaid otra vez se había puesto el papel de buen esposo de cinco estrellas que se preocupa por su esposa.Lógicamente también tenía sentido.Pero solo yo sabía en mi corazón que mi relación con Zaid estaba muy lejos de llegar al punto de regalarse mutuamente.—El yerno te consiente pero tú también debes tener límites —la actitud de Laura seguía sin cambiar—, después de regresar, proactivamente pídele perdón, cuando la familia Gómez pregunte, diles que querías experimentar la vida laboral, expresa que te vas a dedicar seriamente a quedar embarazada, que te esforzarás por darle a la familia Gómez un nieto gordito, ¿eh?Mi mamá quería que yo le hiciera una promesa a la familia Gómez.Este método de Laura tal vez

Después de oír mi pregunta, la expresión de Zaid luego luego se puso seria.Sus ojos profundos se posaron en mi cara, los ojos del güey tenían una oscuridad que no se podía disolver.Encontré su mirada, sin echarme para atrás.Después de estar en silencio un momento, el güey de repente frunció el ceño, se burló: —¿La Srita. Luna qué cree que fue la razón?Había entendido mi indirecta.Mi suposición se me atascó en la garganta, antes de que pudiera hablar, oí a Zaid preguntar: —¿La Srita. Luna acaso cree que un médico calificado solo necesita jugar con esos instrumentos fríos en el laboratorio?—¿Qué quiere decir el Dr. Gómez?Zaid mientras sacaba las llaves del coche dijo: —Un médico que ni siquiera puede manejar bien las relaciones sociales a su alrededor, ¿cómo puede ser responsable de la salud de los pacientes?Se estaba burlando de que yo no sabía manejar bien mi relación con Laura, causando el error de esta mañana en la entrevista.Aunque las palabras no sonaban bien, me era difíc

Zaid contestó el cel frente a mí.Una voz suave salió del auricular, la chavita dijo alegre: —Zaid, mi compañera dice que te vio en el estacionamiento, ¿es verdad?El güey golpeó ligeramente el volante dos veces con los dedos, con tono calmado: —Sí, soy yo.—¿Es verdad? ¿No es demasiado repentina la sorpresa?Al oír esto, Zaid se acercó al cel, como si temiera perderse cualquier palabra del otro lado, hasta tenía una sonrisa imperceptible en la comisura de su boca.—Ay, ¿habré dicho algo malo? —Abril se preguntó y se respondió a sí misma, su tono traía un toque de timidez—. ¿Y si Zaid vino a la escuela por chamba?La chavita era bien joven al final, todos sus pequeños pensamientos se mostraban sin disimulo, hasta sus sondeos eran tan descarados.Zaid no parecía molesto, cambió de tema: —¿Ya comiste?Cuando dijo esta frase, sus ojos de águila pasaron por mi cara, apenas ahí se inclinó ligeramente, dirigiendo su cuerpo hacia la puerta del coche.Calculé que ya se había olvidado de que ha

De verdad era Zaid.Por un momento no supe si reír o llorar.El carácter de mi esposo lo conocía muy bien, le gustaba la tranquilidad, a menos que fuera absolutamente necesario, básicamente no asistía a ninguna reunión. En mis tres años de casada con la familia Gómez, esta situación solo había pasado una o dos veces, y en apenas medio mes, Zaid ya había hecho dos excepciones.Por esta chavita inocente y vivaz frente a mí.¿Celebrar? ¿Invitar? ¿Y yo qué? ¿Solo servía para servirle té y agua?Mi corazón sin querer se partió en dos, una mitad era decepción, la otra mitad era envidia.—No, gracias —mi tono fue muy ligero—, tengo una cita.Al oír esto, Abril suspiró ligeramente, con dulzura dijo: —Entonces cuando tengamos oportunidad volvamos a quedar, Luna.Viendo la cola de caballo traviesa desaparecer saltando de mi vista, luego luego abrí mi cel, le eché un ojo al rol de turnos en el protector de pantalla.No me había equivocado, esta noche le tocaba guardia a Zaid.¿Entonces este güey

Laura y yo nos sentamos frente a mi suegra.Apenas me senté, le hice una pregunta con la mirada a Laura.Laura mientras decantaba el vino respondió: —¿No fuiste contratada por el Hospital PAZ? Una noticia tan buena, hay que compartirla con la consuegra.Después de decir esto miró a mi suegra, en sus ojos había orgullo y altivez sin disimular.Debí haberlo adivinado, con el carácter de Laura, ¿cómo iba a permitir que me quedara quieta?Solo que no esperaba que citara directamente a mi suegra.Mi suegra, al final, había visto mundo, con expresión calmada dijo: —Solo es una practicante chiquita de anestesiología, ¿qué hay que presumir?Parece que mi suegra también había recibido noticias.—No se puede decir eso, consuegra —Laura activó su modo de parlanchina, habló sin parar—. Nuestra Luna estudió doble carrera, anestesiología la vio capaz y la aceptó excepcionalmente.Mi suegra levantó los párpados, su cara mostró un destello de disgusto: —¿Y entonces? ¿Me llamó de tan lejos solo para pr