Seguro que Valeria se enteró del embarazo hace tiempo y, desde el principio, ¡nunca tuvo la intención de decírselo!Santiago recordó aquel día...La tormenta de nieve de aquel día era muy fuerte y la actitud de Valeria, tan déspota, que él, cegado por la furia, ¡terminó pasando por alto el detalle más importante!El Maybach volaba por las calles de la ciudad, cambiando de carril de manera peligrosa varias veces, ¡pero sin disminuir la velocidad en ningún momento!Dentro del auto, la mano de Santiago se aferraba con fuerza al volante, y su atractiva cara estaba sombría. ¿Acaso Valeria planeaba divorciarse estando embarazada de su hijo para luego irse con Rafael? ¿Pretendía que su hijo llamara "papá" a otro hombre?Una sonrisa burlona se dibujó en los finos labios del hombre, fruncidos hasta entonces.—Ah, Valeria, ¡vaya que tienes agallas!Sujetando el volante con una mano, Santiago abrió su lista de contactos y llamó a Emilio.—Valeria está en tu hospital. Necesito que revises su hist
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