—¿Cómo... cómo lo sabes?Por supuesto que Lina no iba a ser tan tonta de contarle a Emilio que Valeria había visto a Santiago vomitar sangre.Resopló con desdén. —¿De verdad creíste que por no poner el altavoz no iba a escuchar lo que decían del otro lado?Emilio se resignó.—Aunque no escuché todo claramente, pero estas últimas veces, del otro lado siempre decían algo sobre vomitar sangre. Y cada vez que dices que es una emergencia, son demasiadas coincidencias. Emilio, yo también trabajé en un hospital. Antes, sin mi memoria, hasta de pronto. Pero ahora que la recuperé, ¿todavía crees que puedes engañarme?Emilio se sintió culpable. —No le dijiste a Valeria, ¿verdad?—Ni siquiera te había interrogado, ¿cómo iba a decirle a Valeria? —Lina puso los ojos en blanco—. Además, aunque Santiago realmente se esté muriendo, no se lo diría a Valeria. Ya están divorciados, él la traicionó primero, si se muere es porque se lo bus... ¡mmm!Emilio le tapó la boca, resignado. —Shh, mi amor, no digam
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