La Última Carta
Desde pequeños, Gabriel Fuentes y Julieta Ramírez nunca se habían llevado bien.
Sin embargo, el destino tenía otros planes: en su círculo social, ya solo quedaban ellos dos como candidatos «adecuados» para un matrimonio por conveniencia.
Gabriel juró que preferiría morirse antes que casarse con Julieta, mientras que ella, con una sonrisa irónica, respondía:
—Entonces ya está decidido. Me casaré contigo. Apúrate y muérete.
El día de la boda, Gabriel soltó decenas de gallinas en plena ceremonia para humillarla.
Julieta, impasible, alzó una y dijo en voz alta:
—Saluda, esposo mío.
Y fue en ese momento que a Gabriel se le acabaron las ganas de burlarse.
La mujer que él menos quería, era justo la que más empeño tenía en casarse con él.
—Te vas a arrepentir —le dijo con desprecio.
Tres años después, Julieta vio a Gabriel siéndole infiel por novena vez.
Y recién entonces entendió...
A qué se refería él con la frase «te vas a arrepentir».