Un Angel En Nuestras Vidas

Mi hijo me pidió algo que no podía darle. —Solo tres oportunidades, mamá —susurró—. Si después de eso realmente no nos ama... nos iremos para siempre. Estaba hablando de su padre, Giovanni Romano, el heredero de un imperio mafioso y mi esposo solo de nombre. Él nunca nombró a mi hijo como suyo y no me dijo que me amaba ni una sola vez. En la primera oportunidad, a Giovanni le falló la memoria, en la segunda, mintió y en la tercera... rompió algo que ninguna disculpa podía arreglar. Así que empacamos nuestras maletas, tomé la mano de mi hijo y nos fuimos. Sin lágrimas ni despedidas, solo en silencio. La noche en que nuestro avión despegó, mi teléfono vibró. “Espera”, decía su mensaje. “Regresaré a casa”. Pero ya mi casa no estaba donde él estaba, sino donde mi hijo finalmente pudiera dormir sin llorar. Porque algunas promesas no se rompen, se destruyen, y algunas madres se cansan de esperar.

ETHAN is the god of wars who is living his life freely in hell, while CASSANDRA is a flower goddess, who is living her life under her protective parents in heaven, who are the rulers of heaven. Everything was going fine until he laid his eyes on her. will there love will be the downfall of the universe? People say everything is fair in love and war But Is it fair to love the war? Or War for love?   ♡♡♡♡♡♡   There is magic and fantasy to love and to being loved   There is heaven and hell to love and to being loved   But what if the prince of hell, Satan himself fall in love with the princess of heaven, a pious angel?   Will it be consider as unconditional love or unforgivable sin?   ♡♡♡♡♡♡♡♡♡   I LOVE YOU FROM HELL TO HEAVEN AND BACK HE SAID.....   I LOVE YOU FROM HEAVEN TO HELL AND BACK SHE SAID.....            

On her 18th birthday, Tina Rodriguez will be the CEO of her deceased parents' corporation. It's what she's been working towards her whole young life. But it's not the only thing she was bound to inherit. Soon enough, Tina finds herself stuck between two worlds, both claiming her as their own. The only one she can rely on is Haneul, the handsome angel who has secrets of his own.

—Donde hay lobos, hay guerra. Dejando que una sonrisa de satisfacción se dibujara en la comisura de mis labios, miré a la única persona que lentamente había capturado mi corazón: —Puede que sea así... pero va a ocurrir bajo mis condiciones. Corría el año 1952 y a Ashford Wells, de dieciocho años, sólo le quedaba un tortuoso año más en el instituto del Sagrado Corazón. Sólo un año más hasta que pueda abandonar la ciudad de Lonton, y el imposible legado de su padre de ser un Alfa de la manada. Intentando mantener la calma y agachar la cabeza, Ash también tendrá que ignorar las burlas de deportistas como David Hunt, que le dicen que es un bicho raro sin casta.El único problema con las ideas de Ash de abandonar Lonton es que el hombre del saco y rebelde en general, Kenny O'Rourke, tiene una idea diferente de cómo será el futuro de Ash. Una idea que va a sacudir los cimientos de Dustland. "Los lobos de Dustland" es una obra de Claire Wilkins, autora de eGlobal Creative Publishing.

The Tribrid’s story continues with her daughter, Katerina. Unlike her mother, Katerina is a Tribrid by birth, 1/4 angel, 1/4 human and 1/2 wolf. It’s been 17 years since the Dark Coven was defeated but enemies lurk around, wanting revenge and their target is the Tribrid’s daughter. To make matters more complicated Gunner Mortensen, the Alpha of the Lycan pack, learns he is mated to Katerina. Wolves do not associate with the lycans which only peaks Katerina’s curiosity more until she learns she is mated to the lycan Alpha. Are the rumors true and they are just bloody thirsty monster that cannot control their Lycan or is there more to them. Will Katerina’s father, Alpha Nicolai, put the Lycan’s past behind him and work with the Lycan Alpha to save his daughter from the Dark Coven? Will the mate bond be enough to unite two worlds after decades of hate?

El día del control prenatal, mi esposo Emilio estaba ocupado en el trabajo, pero su amiga de la infancia, con quien llevaba años de coqueteo, Laura se ofreció a llevarme en auto. En el camino, de pronto giró el volante y el vehículo se estrelló de lleno contra la parte baja de un camión de carga; la carrocería quedó aplastada al instante. No llamé a mi esposo, que era médico de urgencias, sino que marqué al servicio de emergencias y esperé el rescate, solo porque, en mi vida anterior, lo primero que hice fue llamarlo para que me llevara al hospital. Al final, el bebé se salvó, pero Laura murió en el acto por la gran pérdida de sangre. Él decía que no me culpaba, que me recuperara tranquila, incluso me consiguió una habitación individual en el hospital. Pero el día del alta, me llevó a la tumba de Laura, allí, me clavó un cuchillo en el vientre; el bebé murió y yo quedé al borde de la muerte. Sus ojos estaban llenos de un odio encendido, y, ante mis súplicas, solo dijo con frialdad: —¡Si no hubieras girado el volante a propósito, Laura no habría muerto! ¡No creas que por fingir inocencia voy a creerte! Ojo por ojo: ¡quiero que la acompañes en la tumba! ¡El dolor que ella sufrió antes de morir, tú lo vivirás diez veces... cien veces más! Giró el cuchillo con fuerza, una y otra vez, atravesando mi cuerpo. La sangre salpicó sobre la lápida, tiñendo de rojo el nombre de Laura. Cuando abrí los ojos, estaba de vuelta en el lugar del accidente.

Los dos hermanos con los que estaba comprometida se enamoraron de la hija adoptiva de mi familia. Para ganar su cariño, me engañaron para que me rapara la cabeza y, acto seguido, me encerraron toda la noche en una pista de esquí. Por petición de mis padres, aguanté todo en silencio. Pero un día, mi hermana se cortó un dedo mientras pelaba frutas, por lo que ellos me obligaron a ir al hospital para donar dos litros de sangre. Lloré y supliqué, pero alegaron que ese era el castigo que merecía por haberla maltratado. Fue en ese momento que perdí toda esperanza… y me subí al carro del hermano mayor de ellos. Sin embargo, aquellos dos, que no dejaban de decir que querían cancelar el compromiso, terminaron llorando de arrepentimiento el día de mi boda.

Jaida Carlson, a 17-year old girl, realizes from a chance encounter with a young guy named Arius that things are certainly not fairly what they seem. Arius is anything but normal, right down to his retractable claws, black wings, and penetrating red eyes. In interchange of her life, they form an improbable closeness as she tries to help him intermingle into the human world when Jaida finds him lifeless on her school's roof. However, when you're as mighty man as Arius, intermingling is anything but easy, especially with the look of a haughty "angel" known as Lucius. Just how is he related to Arius? Jaida is about to find out that her world is in risk, but can she really trusts Arius—a guy who's more likes an evil—to save it?

Port, a herald in the Heavenly Realm, was contented with his life delivering letters on different realms. Until he was executed and befell on Terrene Realm—the mortal world, and lost his memory. He met the arrogant artist called Eros Cuevas, who wanted to escape from the noisy world of mainstream media. The two of them did not realize that the ugly pasts they both wanted to forget were something that connected them. What will happen if a fallen angel falls in love with a human? What will happen if the different realms collide? What will happen if Eros learns that Port has something to do with his twisted past? Will love be enough, or vengeance is a must?

El día de mi boda, mi hermana menor regresó al país de improviso. Mis papás, mi hermano y mi prometido me dejaron sola y se fueron al aeropuerto a recibirla. Mientras ella subía a sus redes una foto grupal, presumiendo que todo mundo la adoraba, yo marqué una y otra vez: me colgaron todas las llamadas. El único que contestó fue mi prometido: —No hagas un drama; la boda se puede volver a celebrar. Ese día me convirtieron en el hazmerreír de la boda que tanto había esperado. La gente señalaba, se burlaba, y yo tragué en seco. Respiré hondo, arreglé todo yo sola y, en mi diario, escribí un número nuevo: 99. Era la decepción número noventa y nueve. Entendí que no iba a seguir esperando su amor. Completé la solicitud para estudiar en el extranjero y empaqué mi maleta. Todos creyeron que, por fin, me había calmado. No sabían que ya me iba.