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El día de mi boda, mi hermana menor regresó al país de improviso. Mis papás, mi hermano y mi prometido me dejaron sola y se fueron al aeropuerto a recibirla. Mientras ella subía a sus redes una foto grupal, presumiendo que todo mundo la adoraba, yo marqué una y otra vez: me colgaron todas las llamadas. El único que contestó fue mi prometido: —No hagas un drama; la boda se puede volver a celebrar. Ese día me convirtieron en el hazmerreír de la boda que tanto había esperado. La gente señalaba, se burlaba, y yo tragué en seco. Respiré hondo, arreglé todo yo sola y, en mi diario, escribí un número nuevo: 99. Era la decepción número noventa y nueve. Entendí que no iba a seguir esperando su amor. Completé la solicitud para estudiar en el extranjero y empaqué mi maleta. Todos creyeron que, por fin, me había calmado. No sabían que ya me iba.

La vidente profetizó que yo me uniría con el Alfa y daría a luz al heredero más fuerte de la manada. Por eso, desde pequeña ya estaba decidido que me casaría con el Alfa, para que en el futuro pudiera convertirme en la Luna. Sacrifiqué toda mi juventud: sangré, luché y soporté. Cada sonrisa, cada paso, cada respiro… todo fue para convertirme en la Luna perfecta. Pero, ¿qué era lo que realmente estaba esperando? El día de la ceremonia de parejas, Guillermo apareció acompañado de una chica embarazada de sangre Omega: Luisa. Frente a todos, Guillermo anunció que, durante una cacería, ella había ingerido por accidente una hierba venenosa, quedando embarazada. Él debía asumir la responsabilidad y casarse con Luisa, para que ella se convirtiera en la nueva Luna. Al ver su expresión, firme e indiscutible, mi voz tembló al preguntar: —¿Y yo? ¿Qué voy a hacer? Él, sin dudar ni un instante, respondió de inmediato: —Susan, por esa profecía usurpaste el lugar de la futura Luna, disfrutando demasiado tiempo de un privilegio que no te correspondía. Ahora debes ceder tu lugar. —Pero no te preocupes porque te expulse. Mientras continúes siendo la sirvienta de Luisa para expiar tu culpa, podrás seguir a mi lado por siempre. Todo quedó en silencio; su mirada era como una montaña aplastándome. Yo no tenía reacción ni podía pedir nada; solo pude quitarme lentamente el velo y devolver el anillo de compromiso que simbolizaba a la futura Luna. Cuando el hijo de Luisa nació, era únicamente de sangre Omega. Fue entonces cuando Guillermo comprendió que la profecía era cierta: solo yo podía engendrar al Alfa destinado a liderar el linaje. Pero cuando él se arrepintió y me pidió que regresara, ya era demasiado tarde. Yo ya me había comprometido con el Rey Alfa; ya no le pertenecía.

‘Only love can melt a frozen heart’ a simple quote from a Disney movie Frozen. Brix Killian Montemayor. A heartless man. No one can tame a person like him. Feared by many because of his title. Azelline Kai Lopez. Completely orphaned. At the age of 20 is alone fighting the challenges of life. No matter what job she will go into, just don't starve to death What if these two people meet? A heartless man and a simple girl? Hmm. Can’t wait to find out.......

We've all fallen in love at a point in life. Jenna Beyers got married to her childhood friend Nigel Pensky. After they got married, it was like he became another person entirely. He was violent, abusive and had everyone weapon around his finger. He was a total nutcase. Jenna knew that the only thing that could save her from Nigel was death. Imagine Jenna's shock when she ends up in a contract marriage with billionaire CEO Kai Xiao.

Lena came for the paycheck, but stayed for the dangerous game. Lena’s new job with the billionaire Carters was supposed to fix her life. Instead, she’s caught in a web of family secrets, deadly schemes, and three impossibly hot brothers who want her, but won’t play fair. Zane’s charm is a trap. Liam’s control is suffocating. Kai’s kindness hides a storm. In a mansion where power is everything and love is a weapon, Lena must fight to survive… or lose everything, including her heart.

Love chose me, fate mauled me… I was just an ordinary girl struggling to make ends meet when I met them, the Donovan brothers, Kai and Ethan. Fated to these two dark brothers brought about old scars and dark shadows from my past, that threatened my very existence. Now I'm left with a difficult choice, to choose between the two brothers; love, destiny, revenge and power. Would love be able to save me from this battle or would revenge consume me?

“Kiera, get your ass here!” “Kiera I need you please!” “Where's my car keys you fucking piece of shit…!?” “Kiera, my room now!” “Oh Kai~~!” Kiera stood, perplexed on whom to attend to first. Kiera Dawson, a sultry but wolfless she-wolf, fled her home in the woods due to the continuous harassment from her abusive father, only to end up being a slave to the Jackson quintuplets. How In hell's name is she supposed to be a slave to the most uncompromising, unwholesome and crazy Alpha quintuplets?

Alexis has always had to watch out for herself. She was left by her parents in the middle of nowhere because of a fight and never came back, leaving her an orphan.

At 19, Remy Vale was forced into surrogacy by her desperate father. When one twin was declared stillborn, she fled the hospital with the “dead” baby and vanished. Eight years later, billionaire basketball star Kai Sterling finds her—and their secret bond ignites. But his fiancée, Sienna, discovers the truth and wages a silent war to destroy Remy. No press. No pity. Just a mother fighting to keep the son the world erased. A raw, grounded billionaire romance about survival, secrets, and the woman who refused to be a footnote in someone else’s legacy.

En medio de la fiesta de compromiso, cuando la torre de champán ya iba por la mitad, el celular de Marcos Harrison sonó. Me miró fijo y soltó, serio: —Tengo que irme. Lilia se desmayó en el aeropuerto. —Si te vas, lo nuestro se acaba —le respondí con firmeza. De todos modos, se fue... justo frente a doscientas personas. Cargó a Lilia Harrison en brazos —llevaba el abrigo que yo le había regalado— y se fue en mi auto. Al día siguiente recibí un correo: "Lilia se mudará a mi departamento. Me necesita. Ojalá lo entiendas. Cuando se recupere, tú y yo nos casamos. Confía en mí." Me quedé mirando la pantalla y, sin darme cuenta, solté una carcajada. Al final, no era a "quien lo amaba" a quien quería, sino a "quien lo necesitaba". Y yo, por ser tan autosuficiente, no le servía. Esa noche busqué un número en la agenda: el de alguien a quien jamás tomé en serio, pero que me había esperado por veintitrés años. Llamé. —Mañana a las siete, en el restaurante frente al mar.