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Capítulo 7
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Dos Hermanas, Un Secreto Del Don Capítulo 8
El director del laboratorio sentó a Lucian en la cabecera de la mesa y nos presentó al inversionista filántropo.Fue hasta entonces que me enteré de que ese capo de la mafia había lavado casi la mitad de los activos ilegales de su familia para invertirlos en nuestro proyecto de investigación médica.Y todo para poder entrar a este programa ultrasecreto. Me obligué a mantener la calma, con la mirada perdida en la pantalla y una actitud vacía.—El señor Marino ha hecho la donación individual más grande en la historia de nuestro proyecto de investigación.Los aplausos llenaron la sala. Mis colegas estaban fascinados con la enorme inyección de capital.—Su financiamiento nos ayudará a acelerar los avances en la tecnología para el tratamiento del cáncer. Espero que todos puedan asistir a la cena de bienvenida esta noche.A las ocho de la noche, no tuve más remedio que ir a la cena. Llevaba una sencilla camisa blanca y pantalones negros, con el cabello recogido en una cola de caballo informa
Dos Hermanas, Un Secreto Del Don Capítulo 7
Sophia nunca imaginó que pudiera ser tan despiadado. Sus ruegos se volvieron más frenéticos y agudos. Pero Lucian no le dedicó ni una sola mirada.Después de eliminar a la mujer que traicionó a su familia, Lucian volcó de nuevo toda su energía en encontrarme.Pero ya fuera usando a sus informantes dentro del FBI o activando toda la red de inteligencia de la mafia de la Costa Este, no pudo encontrar ni un solo rastro de mí.Incluso sus contactos en el gobierno federal le dijeron que no había registros sobre mí. Era como si me hubieran borrado del mundo.—¡Imposible!Lucian estrelló el puño contra la mesa, haciendo añicos una taza.—¿Cómo es posible que una persona desaparezca así?Fue entonces cuando Lucian recordó la pregunta que le había hecho la noche de nuestro aniversario, cuando me juró que si alguna vez me traicionaba, jamás volvería a encontrarme.Ahora, sus palabras regresaban para atormentarlo, una cruel profecía autocumplida.De pronto, recordó la elegante caja que le había d
Dos Hermanas, Un Secreto Del Don Capítulo 6
Ese mensaje tan arrogante, supe después, fue todo lo que se necesitó. Lucian lo entendió todo.Lo supo. Fueron las burlas de Sophia las que me habían orillado a irme.Una ira incontenible le estalló en su corazón. Mi único arrepentimiento fue no haber estado ahí para presenciar lo que pasó después.Tiempo después, por distintas fuentes, logré reconstruir la historia completa de esa noche sangrienta. Contaron que Lucian manejó como un desquiciado hasta la finca secreta donde se quedaba Sophia.Cuando Sophia abrió la puerta y lo vio, su cara se iluminó de alegría, asumiendo que por fin me había hecho a un lado para siempre. Estaba perdida en su fantasía de convertirse en la próxima jefa de la Familia Marino.—¿Viniste a llevarme a casa? Empaco mis cosas y me voy contigo. Sabía que no aguantarías estar sin mí y sin nuestro bebé.Apenas había terminado de hablar cuando una cachetada le partió la cara, y Lucian la sujetó con fuerza. Tenía una actitud infernal e irradiaba una furia asesina.
Dos Hermanas, Un Secreto Del Don Capítulo 5
Al segundo, mi teléfono empezó a vibrar como loco.La pantalla mostraba el nombre “Lucian”.Lo apagué. Como había aceptado el protocolo de máxima seguridad, tenía que cortar todos los lazos con mi pasado.El carro avanzaba por calles conocidas. Cada rincón de esta ciudad era territorio de los Marino y guardaba todos mis recuerdos con Lucian.Pero ya nada de eso tenía que ver conmigo. Saqué la tarjeta SIM de mi teléfono y la arrojé por la ventana.***—¡Maldita sea!En ese mismo instante, Lucian se abrió paso entre la gente, ignorando el grito de alarma de Sophia, y se abalanzó hacia el lugar donde el auto acababa de estar.Pero ya se había perdido en el tráfico, dejando solo el olor a escape.—¿Qué pasa? —le preguntó Sophia, sujetándolo de la manga—. ¿Pasó algo?—No es nada. Vámonos.Se obligó a calmarse y volvió a subirse al auto.Pero la mala espina que sentía se hizo más fuerte.¿Qué hacía Nora ahí? ¿No se suponía que estaba en la finca?Y la mirada que le dirigió en el cruce… lo ha
Dos Hermanas, Un Secreto Del Don Capítulo 4
El gesto de Lucian se endureció. Tomó a Sophia por la muñeca y la arrastró hasta el jardín trasero.—¿Estás loca? ¿Qué te pasa?—¡Te dije que no te volvieras a parar por aquí! ¡Si tu hermana se entera, ya sabes qué va a pasar!Me acerqué a la ventana del segundo piso, desde donde tenía una vista perfecta de todo lo que pasaba en el jardín. Lucian parecía una bestia furiosa mientras empujaba a Sophia con fuerza.—¿Qué tienes? ¿Quieres hundir a toda la familia?Aterrada por su furia, Sophia temblaba mientras sacaba un informe del hospital de su bolso con la mano temblorosa. Incluso desde esa distancia, apenas distinguí sus palabras:—Sé que no debí venir… pero estoy embarazada. El doctor dijo que lo de anoche fue muy brusco. Tengo nueve semanas y ahora es un embarazo de alto riesgo. Sé que no debo darte problemas, pero tengo miedo. ¿El bebé va a estar bien? Es tu primer heredero, el futuro de tu linaje.Esas palabras me cayeron como un rayo y me hicieron pedazos. Sentí como si me hubiera
Dos Hermanas, Un Secreto Del Don Capítulo 3
Seguí el convoy de Lucian hasta un club privado al este de la ciudad.Era exclusivo para miembros de la Familia Marino. Por suerte, los guardias de la entrada reconocieron mi auto y me saludaron con un gesto respetuoso.Me estacioné del otro lado de la calle y me quedé observando desde la ventanilla de mi auto.En cuanto se abrió la puerta del auto, vi a Sophia con un vestido rojo entallado y tacones de diez centímetros, lanzándose a los brazos de Lucian como una gata en celo.—Mi amor, ese show de drones me dio muchísima envidia.Lucian le dio unas palmaditas en la espalda, con un tono consentidor.—¿No te bastaron los fuegos artificiales de tu cumpleaños hace unos días? ¿Eres un pajarito muy ambicioso? Qué ingenua. Vas a tener todo lo que quieras, pero este no es el momento. Te lo prometí, si te portas bien y no dejas que Nora se entere de nuestro jueguito, todo el poder y el estatus que ella tiene algún día también serán tuyos.Al escuchar eso, sentí una punzada en el corazón, como
