Share

Capítulo 10

Author: Grace Heal
No nos habíamos visto en años, pero aún me parecía tan familiar; sin embargo, otra idea me vino a la mente.

Regresé a casa para aceptar este trabajo en la Academia de Sanadores porque me ofrecieron una cátedra. Era una de las mejores academias de su clase en el mundo y yo era la profesora más joven que habían tenido en su historia. Ese era el sueño de la mayoría de los sanadores.

Recordé una videollamada con Lisa en la que mencioné que me sentía un poco sola en el extranjero. Noah había estado trabajando en un rincón, detrás de ella. Seguro movió sus influencias para conseguirme ese puesto.

Encontré a Noah en mi antigua recámara. Todavía estaba decorada exactamente igual a como la había dejado.

—Guardé este cuarto para ti —dijo él—. Puedes volver cuando quieras.

—¿Fuiste tú quien me consiguió el trabajo en la Academia de Sanadores?

Noah sonrió.

—Solo les hablé de una sanadora talentosa que estaba en el extranjero y les sugerí que te consideraran. Lo demás es porque te lo mereces.

—Debe
Continue to read this book for free
Scan code to download App
Locked Chapter

Latest chapter

  • Los Últimos Tres Regalos Para El Alfa   Capítulo 10

    No nos habíamos visto en años, pero aún me parecía tan familiar; sin embargo, otra idea me vino a la mente.Regresé a casa para aceptar este trabajo en la Academia de Sanadores porque me ofrecieron una cátedra. Era una de las mejores academias de su clase en el mundo y yo era la profesora más joven que habían tenido en su historia. Ese era el sueño de la mayoría de los sanadores.Recordé una videollamada con Lisa en la que mencioné que me sentía un poco sola en el extranjero. Noah había estado trabajando en un rincón, detrás de ella. Seguro movió sus influencias para conseguirme ese puesto.Encontré a Noah en mi antigua recámara. Todavía estaba decorada exactamente igual a como la había dejado.—Guardé este cuarto para ti —dijo él—. Puedes volver cuando quieras.—¿Fuiste tú quien me consiguió el trabajo en la Academia de Sanadores?Noah sonrió.—Solo les hablé de una sanadora talentosa que estaba en el extranjero y les sugerí que te consideraran. Lo demás es porque te lo mereces.—Debe

  • Los Últimos Tres Regalos Para El Alfa   Capítulo 9

    —Es un malentendido, déjame explicarte…—No me vuelvas a contactar.Harper había creído que a Noah le importaba un comino lo que pasara con Charlotte, pero se equivocó. Después de aquel incidente, Noah jamás volvió a responder a sus llamadas.Cuando por fin desperté, Noah sostenía mi mano con firmeza. Se había quedado dormido a mi lado. Retiré mi mano.Noah despertó al sentir el movimiento y me miró.—Vamos a registrar la solicitud del vínculo de pareja, pero esta vez va en serio —dijo con voz ronca por el sueño—. Te prometo que serás mi única Luna.—Lo siento. Tengo que irme lejos para mi programa de entrenamiento avanzado. No puedo perder el tiempo aquí contigo ni con Harper.Noah me suplicó que me quedara, pero me negué rotundamente. Al final, me fui sola y sin despedirme. Durante los años siguientes, Lisa y yo nos mantuvimos en contacto.Me contó que Harper seguía apareciéndose en su casa para ver a Noah, pero él siempre se negaba a recibirla. Hasta que una noche, ella se metió en

  • Los Últimos Tres Regalos Para El Alfa   Capítulo 8

    En la última página, Charlotte no había escrito su nombre. En su lugar, se leía: “Harper”. El documento no tenía validez. A Noah le temblaban las manos.—¿Cómo pudo pasar esto? —susurró, con la voz quebrada—. Charlotte... ¿no me amaba?Las lágrimas se le escaparon, cayendo sobre el papel y corriendo la tinta fresca. En ese instante, Noah sintió como si una parte vital de su existencia se hubiera desvanecido en el aire. Arrojó el documento a la basura y entró en la habitación de Charlotte. Ella seguía inconsciente.Noah se arrodilló junto a la cama y le tomó la mano con delicadeza. Mirando su cara dormida, habló con el corazón en un puño.—Perdóname. Dejé que Harper me engañara durante demasiado tiempo. Desde el principio, siempre fuiste tú, Charlotte. Por favor, no te vayas.Inclinó la cabeza, luchando por contener la marea de emociones que lo golpeaba.—Cuando despiertes —prometió en voz baja—, te juro que serás mi Luna, para siempre.***Cuando volví a abrir los ojos, me encontré de

  • Los Últimos Tres Regalos Para El Alfa   Capítulo 7

    —Solo finge amarte. A tus espaldas, dice que eres el títere de tus papás. Quiere ser tu Luna nada más para compartir tu poder y dejar de ser la Omega.En ese entonces, Noah había detestado a Charlotte con todas sus fuerzas, pero ahora... comprendía con claridad cómo esas mentiras lo habían convertido en un ser cruel con ella. De pronto, sintió culpa. Se arrodilló junto a la cama y le apartó con delicadeza un mechón de cabello de la cara. Cuando Noah salió de la habitación de Charlotte, Lisa y John lo esperaban ansiosos. John habló primero:—Nos enteramos de que Harper tuvo un accidente. ¿Qué pasó?—¿Ese accidente no fue culpa de ustedes?Sus padres intercambiaron miradas desconcertadas y negaron.—En serio no tenemos ni idea de qué estás hablando.Noah sintió ira y confusión. ¿Cómo podían negarlo?—Harper dijo que la atropellaron por culpa de ustedes dos —dijo él—. Charlotte les contó lo que siento por ella y ustedes la llamaron para acosarla. Por eso se distrajo al cruzar la calle.L

  • Los Últimos Tres Regalos Para El Alfa   Capítulo 6

    No era su Charlotte. Una enfermera le explicó la confusión:—Esta señorita Charlotte solo tiene el mismo nombre, Alfa. La otra señorita Charlotte que usted buscaba ya se fue hace unas horas.El asistente de Noah se rascó la cabeza, avergonzado.—Perdón, Alfa. Llevaba mucha prisa. Vi el nombre y corrí a avisarle. Ahorita mismo voy a buscarla.—No es tu culpa. Yo me alteré de más.Tras salir de la sala de tratamiento, Noah caminó por el pasillo. Su asistente regresó poco después.—Alfa, acaban de llamar sus papás. La señorita Charlotte ya se fue a casa.Noah sintió un alivio inmediato, como si hubiera vuelto a nacer. Por lo menos, Charlotte estaba bien. ¿En qué momento había empezado a importarle tanto?De pronto, recordó que se suponía que esta noche sería su primera noche juntos, la noche destinada para marcarla. Debería haber estado con ella, no metido en el centro de curación con Harper. A fin de cuentas, su Luna era Charlotte, no Harper.En cuanto Noah llegó a casa, notó la ansiedad

  • Los Últimos Tres Regalos Para El Alfa   Capítulo 5

    Noah detuvo lo que estaba haciendo.—¿Harper despertó? Tengo que ir a verla.—Noah.Volteó y vi cómo su semblante se iluminaba. Era obvio el alivio de saber que Harper estaba bien.—Te deseo lo mejor de aquí en adelante. Espero que consigas a la Luna que en verdad quieres.Noah percibió algo extraño en mi tono.—¿De qué estás hablando? Solo voy a la otra sala de curación a ver a Harper. Ahorita regreso.Dicho esto, salió a toda prisa. Me limpié el ungüento de hierbas del brazo y me vestí. En ese momento, no tenía idea de adónde ir.Después de un rato, me dirigí al prado, ese que a Noah y a mí nos encantaba visitar cuando éramos cachorros. Me senté ahí sola, esperando en silencio a que terminara la cuenta regresiva. Hasta que sentí que todo a mi alrededor comenzaba a acelerarse; pude ver una luz dorada envolviéndome de nuevo.—Adiós, Noah. Esta vez, ya no seré tu Luna.***Esa noche, Noah estaba contento de que Harper no hubiera muerto. Pero no lograba entender qué pasaba con Charlotte;

More Chapters
Explore and read good novels for free
Free access to a vast number of good novels on GoodNovel app. Download the books you like and read anywhere & anytime.
Read books for free on the app
SCAN CODE TO READ ON APP
DMCA.com Protection Status