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Los Últimos Tres Regalos Para El Alfa
Los Últimos Tres Regalos Para El Alfa
Author: Grace Heal

Capítulo 1

Author: Grace Heal
La bruja me cortó la palma de la mano con una daga. Observé la sangre brotar y escurrir. Ella me indicó que dejara caer el líquido en una copa de plata y comenzó a conjurar su hechizo.

La copa resplandeció con una luz dorada y todo a mi alrededor pareció rebobinarse. Escuché la voz de Noah otra vez.

—Charlotte, ¿ya estás contenta? Jamás creí que serías capaz de manipular a mis padres de esta forma.

Sentí unas ganas inmensas de llorar. Noah estaba aquí. Me agarró del mentón con fuerza.

—Mis padres querían que te eligiera como mi Luna porque eres una Omega fértil. Solo habrá un vínculo de pareja, nunca sentimientos reales.

Noah estaba vivo, de pie frente a mí, vistiendo su camisa de seda gris favorita.

Recordaba esa camisa. Había sido un regalo de cumpleaños de mi hermana gemela, Harper. Durante muchos años después de eso, Noah siguió usándola.

En ese instante, me di cuenta de que no había regresado a hace tres años, sino que había vuelto diez años atrás. Ese era el día en que debíamos ir al Consejo de Hombres Lobo para registrar nuestro vínculo de pareja.

Esta vez, aún tenía la oportunidad de cambiar el futuro.

—Noah, tú no me quieres como tu Luna. En realidad, tú amas a Harper.

Noah se me quedó viendo, atónito. No tenía idea de cómo sabía sobre sus verdaderos sentimientos por mi hermana gemela.

—Tienes razón. Pero ¿qué importa? ¿Crees que podemos echarnos para atrás ahora?

—Podemos.

Noah rio con sarcasmo.

—Deja de decir estupideces. Ve a cambiarte. Te espero afuera.

La verdad era que yo lo había amado durante mucho tiempo.

Harper era mi hermana gemela. Nuestros padres murieron en una batalla y los padres de Noah nos acogieron. Nos criaron como si fuéramos sus propias hijas; además, era una obligación de la familia Alfa.

Me enamoré de Noah la primera vez que lo vi. Al principio, me esperaba después de mi entrenamiento y me traía algo de lo que cazaba.

Como Omega, yo no era muy buena corriendo. Harper no se parecía en nada a mí; ella era una cazadora nata. Aunque éramos gemelas, yo era la única a la que llamaban Omega.

En aquel entonces, Noah nunca me llamó así. Pasaba tiempo conmigo. Podía notar que se fijaba en mí de una manera que nadie más en la manada lo había hecho.

Cuando Harper se dio cuenta de que me había enamorado de Noah, empezó a aparecer dondequiera que él estuviera, tal como había hecho con todo lo demás que era mío. Cuando éramos niñas, tomaba mis vestidos y mis dulces. También me robó a Noah.

Siempre pensé que yo le gustaba. Incluso sus padres habían dicho:

—Noah no sabe poner sus sentimientos en palabras. Si en serio no sintiera nada por ti, ¿habría estado a punto de morir por ti dos veces?

Con la ayuda de sus padres, me convertí en su Luna. La tercera vez que me salvó, no sobrevivió.

Con su último aliento, había dicho:

—Charlotte, nunca te he amado. Si jamás te hubiera conocido, todo habría sido mejor.

No supe la verdad hasta entonces.

Fue una década de profundo amor por mi parte y de tormento para él. Yo fui la loba que se interpuso entre él y su amor verdadero, la verdadera Luna con la que nunca tuvo la oportunidad de estar.

Antes de que la bruja me ayudara a volver en el tiempo, me advirtió sobre las condiciones de este hechizo.

—Puedes cambiar tu camino, pero el destino siempre exige un pago.

Cuando regresara, tendría que cumplir tres deseos de Noah. Esta vez, ya no estaríamos atrapados en este vínculo de pareja nunca más.

En el Consejo de Hombres Lobo, debido a la posición especial de Noah como Alfa, teníamos un montón de documentos que firmar. En la última página del formulario, debíamos poner nuestros nombres. Vi a Noah firmar rápidamente y alejarse.

Dudé por un momento. En lugar de firmar con mi propio nombre, escribí el nombre de Harper.

“Noah, este será mi regalo para ti. También es el primero de tus deseos”.
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