LOGINLa viuda del mejor amigo de mi esposo subió una ecografía. «Gracias por tu esperma. Al fin voy a tener mi bebé.» Abrí la foto y me quedé en shock. En donde decía «padre del bebé», aparecía el nombre de mi esposo: Nelson Navarro. No dije nada. Solo dejé un comentario con un simple signo de interrogación. No pasó ni un minuto y Nelson ya me estaba llamando, furioso. —¡¿Qué te pasa?! —me gritó—. ¡Ella está sola, viuda! Solo quiere tener un hijo para no sentirse tan vacía. ¿Tan difícil es entenderlo? Eduardo fue mi mejor amigo, murió, y yo estoy cumpliendo con él. ¡Eso es lo que hace un hombre que tiene palabra! ¿O tú qué crees? Unos días después, la misma viuda subió otra foto. Esta vez, de un departamento nuevo, todo impecablemente decorado con muebles de lujo. «Menos mal que te tengo. Contigo volví a sentir el calor de un hogar.» En la imagen se veía a Nelson de espaldas, cocinando tranquilo, con el delantal puesto, concentrado frente a la estufa. «Ya está», pensé en ese momento. «Esta relación no da para más».
View MoreQuizá movido por la culpa, Nelson me entregó una buena suma en la separación, y yo la acepté sin poner objeciones.Ese dinero me permitió vivir cómoda y empezar a viajar por todo el mundo.En cada lugar enviaba postales a mis padres y escribía sobre mis experiencias en un blog. Poco a poco, fui ganando seguidores que admiraban mi valentía al viajar sola.En esos viajes descubrí la belleza del mundo y recuperé el rumbo de mi vida.Los cinco años casada con Nelson ya parecían de otra vida.Cuando regresé de ese largo viaje alrededor del mundo, mis padres me pusieron al día con las últimas noticias sobre Nelson.Después del divorcio, Elsa aprovechó su embarazo para intentar obligar a Nelson a casarse con ella.Él se negó al principio, diciendo que no la amaba, que solo sentía lástima porque había perdido a su esposo.Pero Elsa no era la misma inocente de antes; todo con Nelson era calculado, buscando escalar socialmente y asegurarse un lugar junto a un hombre con dinero.Ahora que finalme
Miré a Elsa sentada frente a mí, tomando su café despacio. Su actitud ahora era totalmente diferente a la que mostraba con Nelson.Dejó la taza con cuidado y me lanzó una mirada cargada de desprecio.—Nelson me ama a mí, así que apúrate y firma el divorcio.Frente a la verdadera cara que Elsa por fin mostraba, mantuve la calma y di un sorbo tranquilo a mi café.—¿Y quién te dijo que soy yo la que no quiere divorciarse?—Nelson es el que está rogando que no nos separemos.Elsa se quedó desconcertada un instante, pero pronto reaccionó con furia.—¡Eso no puede ser! Estoy esperando un hijo suyo, ¿cómo puede no querer casarse conmigo? ¡Eres tú la que no lo deja en paz!Luego, con una sonrisa maliciosa, agregó:—Ah, seguro no lo sabes, ¿verdad? Este hijo que llevo no es por inseminación artificial, como Nelson te hizo creer. ¡Hace tiempo que él y yo dormimos juntos!Por un segundo me quedé paralizada.Nunca creí que la traición de Nelson fuera más que emocional, jamás pensé que llegaría a e
Nelson se veía muy distinto al hombre enérgico que yo había conocido; ahora tenía una barba descuidada y el rostro demacrado.Al verme, sus ojos brillaron de inmediato y se acercó rápido.—Ivana, ¿cómo te sientes? ¿Estás mejor?Asentí, manteniéndome distante y sin mostrar ninguna emoción.—Estoy mejor. Si no necesitas nada más, me voy.Rápido extendió el brazo para detenerme y, algo nervioso, me entregó una cajita pequeña. Al abrirla, vi un par de anillos.—Ivana, llegaron los nuevos anillos de matrimonio que encargué.Los primeros anillos los habíamos diseñado juntos Nelson y yo. Tenían un significado muy especial para los dos y prometimos no quitárnoslos nunca.Pero un día me di cuenta de que Nelson ya no llevaba el suyo.Cuando le pregunté, me dijo que Elsa se entristecía al verlo porque le recordaba a Eduardo, así que decidió quitárselo por un tiempo.Eso me dolió mucho y terminamos peleando fuerte. No entendía cómo, si solo ayudaba a Elsa por respeto a Eduardo, tenía que llegar a
Al oírme, Nelson se alteró y empezó a explicarse con una voz cargada de nervios.—Ivana, por favor, no quiero divorciarme. No sabía que estabas embarazada, ¿por qué nunca me lo dijiste?Me parecía irónico que se quejara de eso. En pocos días ya había olvidado todo lo que pasó en el hospital, justo cuando le hice una pregunta que para mí fue la última esperanza, la última oportunidad para salvar nuestro matrimonio. Pero me decepcionó. Eligió a Elsa sin dudarlo.—¿Recuerdas lo que te pregunté ese día en el hospital, justo cuando te ibas con Elsa?Nelson me lanzó una mirada confundida y luego su cara mostró dolor e incredulidad. Su voz temblaba al contestar:—¿Entonces... ese día no estabas enferma? ¿Fuiste al hospital para... abortar?Asentí con calma.—Así es.Él recordó claramente esa respuesta y entendió que él mismo había renunciado a nuestro hijo.Pero aún así insistió:—Ivana, podemos tener más hijos. Cuando te recuperes, lo intentamos de nuevo, ¿sí?Lo miré con incredulidad. ¿De v






Bienvenido a Goodnovel mundo de ficción. Si te gusta esta novela, o eres un idealista con la esperanza de explorar un mundo perfecto y convertirte en un autor de novelas originales en online para aumentar los ingresos, puedes unirte a nuestra familia para leer o crear varios tipos de libros, como la novela romántica, la novela épica, la novela de hombres lobo, la novela de fantasía, la novela de historia , etc. Si eres un lector, puedes selecionar las novelas de alta calidad aquí. Si eres un autor, puedes insipirarte para crear obras más brillantes, además, tus obras en nuestra plataforma llamarán más la atención y ganarán más los lectores.
Ratings
reviewsMore