Damián no mostró ninguna expresión adicional, solo se volteó para mirarla fríamente:—Puedes irte.Valeria se quedó sin aliento bajo su mirada helada. Antes de que pudiera hablar, Damián se alejó con grandes pasos.Valeria se levantó de la cama para seguirlo, pero solo pudo ver la espalda de Damián bajando las escaleras. Solo Manuel, que aún no se había ido, chasqueó la lengua junto a su oído:—Vaya, señorita Rivas, qué valiente es usted.Se refería al hecho de que había mordido a Damián.Valeria apretó los labios y le preguntó a Manuel:—La chica de anoche de la que hablabas, ¿qué pasó?Manuel se detuvo:—No fue nada, solo que alguien envió a una persona para asesinar al señor Figueroa, pero el señor Figueroa lo descubrió de inmediato.—No puedo seguir hablando contigo, tengo que bajar, si no el señor Figueroa se enfada después, no podré soportarlo.Dicho esto, se fue corriendo rápidamente, dejando a Valeria parada sola en el mismo lugar, sin reaccionar durante mucho tiempo.¿Entonces
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