Al oír que la emperatriz tenía lesiones internas, Claudio apretó los dedos con fuerza bajo su manga larga.¡Así que al final la emperatriz sólo era una mentirosa!¡Esa noche de bodas no debió haberse ablandado!Estaba a punto de explotar, cuando una de las nodrizas preguntó:—¿Quisiera saber si la emperatriz suele bailar mucho… o montar a caballo?Valeria contestó al instante:—¡Sí, sí!La anciana asintió, entendiendo de inmediato. Luego miró a Claudio y explicó:—Majestad, esto no es común. Aquí, la mayoría de las jóvenes crecen tranquilas en el gineceo, por eso sus paredes internas están intactas.—Pero, en casos como el de la emperatriz, ya ha pasado antes. Si baila o monta mucho, puede haber daños internos.—Por eso hice esa pregunta.Claudio preguntó con voz seria:—Sólo quiero saber si la emperatriz es pura o no.Las dos nodrizas asintieron, muy serias.—Majestad, aunque hay lesiones, la emperatriz no ha estado con ningún hombre. Estamos seguras de eso.Eran sirvientas antiguas d
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