En realidad, ayer, después del trabajo, al ver que Eva estaba de mal humor, la secretaria le propuso ir a tomar unas copas, y el olor del alcohol que tenía, venía de eso.Bajo el efecto del alcohol, la mente de Eva se llenó de la figura de Hugo, no había bebido mucho, y la secretaria logró convencerla de ir a buscarlo.Lo demás se dio por sí solo. Si no fuera por la llamada de Jesús, ahora ya estaría…Eva se llevó una mano a la frente, con dolor de cabeza, completamente exhausta, y tardó un buen rato en decir algo.Fue la secretaria quien reaccionó primero, y dijo.—Lo que dije la última vez, ya estoy seleccionando una niñera para la casa del señor Jesús. Con alguien cuidando de él y de Sofía, no tendrás que estar pendiente todo el tiempo y podrás relajarte un poco.Al oír esto, Eva levantó la mirada para observarla.—Liliana, yo y Hugo...El nombre de la secretaria era Liliana. Cuando no estaban trabajando, Eva siempre la llamaba por su nombre.—Por la tarde tienes dos reuniones, ya q
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