All Chapters of Cuando padre e hijo la eligen: mi decisión de divorciarme: Chapter 21 - Chapter 30

Al ver esta situación, el pecho de Estrella se sintió sofocado como si fuera bloqueado por una gran piedra. En cinco años de matrimonio, Rodrigo nunca había ido con ella a llevar a Mateo al jardín de infantes. Estrella se lo había propuesto antes, pero Rodrigo lo había rechazado diciendo que estaba muy ocupado con el trabajo. Resulta que no estaba ocupado, simplemente no quería ir con ella.Mateo tenía ojos somnolientos y seguía bostezando, claramente había trasnochado otra vez y no había dormido bien la noche anterior. Sin embargo, al escuchar las palabras de Isabella, abrió los ojos de par en par y efectivamente vio a Estrella parada no muy lejos. Isabella bajó la mirada hacia Mateo. —Mateo, ya te dije, ¿cómo podría la señorita Mendoza estar enojada contigo? Mira, vino a verte tan temprano.Después de escuchar esto, los ojos de Mateo no pudieron evitar mostrar cierta satisfacción. Miró a Estrella y dijo con arrogancia fingida:—No creas que porque uses trucos tan deliberadamente voy

Inmediatamente después, llegaron las palabras lastimosas de Isabella: “Señorita Mendoza, aunque no me lo recuerdes, sé que no me queda mucho tiempo de vida”. “La señorita Mendoza tiene razón, lo que Rodrigo me da es todo falso... lo siento...”.Luego, la escena cambió a imágenes de ella “empujando” a Isabella al agua, y las escenas de Isabella disculpándose patéticamente con ella. Finalmente, con el video de esta mañana donde Isabella perdió el equilibrio y casi se cayó para ser atropellada por un auto, terminaba la secuencia. Los comentarios explotaron instantáneamente."Dios mío, a Isabella solo le quedan seis meses de vida, ¿y ella le desea la muerte?""Meterse en la cama para conseguir una posición, qué repugnante. Esta esposa legítima es tan malvada, ¡tal vez la enfermedad de Isabella tenga otras causas ocultas!""¿Así que esta pareja de amantes desafortunados fue separada por esta Estrella Mendoza? ¿Esta mujer es tan despreciable? Qué desperdicio ser tan bonita"."¡Bonita una mie

Al verla sangrando y herida, la primera frase de Rodrigo no fue de preocupación, sino: “¿Reconoces tu error?”. Incluso un extraño en la calle, al verla en ese estado, se habría acercado a preguntarle si estaba bien. Su propio esposo, sin embargo, aún esperaba que cediera y admitiera su error. Estrella no pudo evitar reírse. Rodrigo arrugó la frente. —¿De qué te ríes?Estrella se limpió la sangre de la frente, pero las hojas podridas y la sustancia pegajosa de los huevos en su cuerpo la hacían ver completamente desaliñada.—Me rio de que todos mis años de sacrificio han sido en vano.Estrella ya no se molestó en arreglarse, miró a Rodrigo dentro del auto y dijo sin expresión: —¿Esta es tu forma de hacerme arrepentir? ¿Hacer que me acosen cibernéticamente, enviar a un grupo de personas a confrontarme, a vengarse por tu Isabella?Rodrigo guardó silencio por unos segundos.—¿Crees que todo esto lo hice yo?—¿Acaso no fue así? —Estrella sonrió—. Me mudé a una nueva casa, incluso con búsqu

Cuando salieron de la comisaría, ya había anochecido un poco. Estrella miró a Andrés y dijo suavemente: —Señor Sánchez, gracias.—A Erik le gustas, considéralo un beneficio laboral —Andrés sonrió—. Las noticias en internet, ¿necesitas que te ayude a suprimirlas?Estrella parpadeó.—¿Puede ayudarme a suprimir las noticias?Andrés arqueó las cejas.—¿Qué? ¿No me crees?—Usted ya debe conocer mi identidad —dijo Estrella—. Soy la esposa de Rodrigo, los Herrera tienen poder absoluto en San Cristóbal de la Vega, si él quiere hacer algo, probablemente pocas personas puedan detenerlo.Andrés pareció algo sorprendido.—¿Crees que fue Rodrigo quien lo hizo?Estrella se burló ligeramente.—Aparte de él, no se me ocurre quién más podría ser.Los ojos de Andrés se movieron ligeramente. La relación de esta pareja parecía ser peor de lo que había pensado. ¿Él aún no había actuado y estos dos ya se habían peleado? Con estos pensamientos, Andrés dijo: —Si puedo prometértelo, naturalmente es porque pu

Todos los reporteros se miraron entre sí, e inmediatamente mostraron sonrisas serviles.—Ya que el señor Herrera ha hablado, obedeceremos respetuosamente.Todos se marcharon rápidamente, sin siquiera atreverse a esconderse en la oscuridad para tomar fotos secretas. ¿Quién era Rodrigo?Las personas que se oponían a él, no podían permanecer seguros en esta tierra. Después de que los reporteros se fueran, el aire se volvió silencioso y frío. Mirando a Estrella en brazos del hombre, los ojos de Rodrigo se oscurecieron, su cuerpo irradió una frialdad intensa. Sus labios delgados se abrieron, pronunciando fríamente una palabra.—Bájate.Siendo cargada por un hombre extraño, Estrella ya se sentía incómoda. Ahora que sus noticias se habían extendido tumultuosamente, no quería que Andrés también se viera involucrado por su culpa. Estrella dijo en voz baja: —Déjame bajar.Andrés como si no hubiera visto la expresión sombría y terrible de Rodrigo dijo: —No, tu pie está torcido, necesitas ir al