Rápido me tapé la boca del abuelo, escupiendo unas cuantas veces, con los ojos llenos de desacuerdo:—Que vivas muchos años, abuelo, no se vale andar diciendo esas cosas negativas.Al recordar sus palabras, me invadió una profunda culpa:—Perdóname, abuelo, todo es culpa mía. Ya no me iré, ¿quieres? Me quedaré contigo siempre, ¿sí?Pero él negó con la cabeza de inmediato:—¡Qué tonterías dices! Yo todavía espero que te cases. Solo cuando te vea feliz podré irme tranquilo con tu abuela y tus papás.Al oír eso, un nudo se me formó en el pecho.Sabía que algún día el abuelo me dejaría, pero aún así deseaba que ese día tardara en llegar, que fuera mucho más tarde.Después de un rato, el ambiente se fue calmando.El abuelo me miró con nostalgia:—Has crecido, te has puesto delgada, has cambiado.—No importa cómo cambie, siempre seré tu nieta —le respondí.Me apoyé en su hombro y por fin sentí la calma dentro de mí.El abuelo soltó una risa profunda, pero pronto recordó mi boda y frunció el
Baca selengkapnya