El Dorado Meaning

Zoya Ironwood was nothing significant. Just a star fighter at Shadow Rings. She didn't have to be significant to survive. Zoya hid her identity as an omega for years. She was mated to Alpha Xander. Everything was fine. Until her whole world collided with Ragnar Throne, the cold immortal Lycan, or in simpler terms, pure evil and destruction. In one day, everything she struggles to build comes crashing down. She is left rejected and alone. She is forced to do his bidding and endure his manipulate ways if she wants to survive. It's almost bearable... But doesn't he know the meaning of personal space? Zoya can't imagine why he is coming close to her. But if she wants her freedom, then she must study her enemy very closely. Playing a dangerous game of love is the only way to end him. But whoever falls first looses.

How would you feel knowing that your lifelong dream will be the cause of your downfall? Would life still hold any sort of meaning after that? Well, in the blink of an eye, everything I’ve had collapsed. Since I was young, I’ve always dreamed about the day I’d shift and become a strong, fierce, and powerful female wolf who can carry her family’s legacy. I wanted to become one of the first remarkable female Alphas and make my father proud. But fate had other plans. I was never truly my family’s child. And now, I must pay the price for a crime I never committed. The cruelest part? The one destined to punish me is none other than my mate, the Alpha King himself.

A young woman's life is turned upside down when she is forced into an arranged marriage by her father. In a desperate attempt to outsmart her father's plan, she unknowingly marries the identical twin brother of her intended groom who turned out to be on a desperate hunt for a wife in order to slot in as his family's heir. By the time she discovers her mistake and her husband's true intentions, it was already too late—she had consummated her marriage with him. Will this mistake of hers become the best thing that ever happened to her, or will it be her biggest regret?

Durante cinco años, Santiago Rodríguez y Valeria Núñez vivieron juntos bajo un matrimonio por conveniencia. Incluso después de descubrir que él tenía una amante, ella decidió aguantar la situación con paciencia. Pero todo cambió cuando se dio cuenta de que el niño que había estado criando como suyo era, en realidad, fruto de la relación entre Santiago y su amante. En ese momento, entendió que su matrimonio había sido una farsa desde el primer día. La amante, actuando como si fuera la esposa legítima, se presentó en su casa con los documentos de divorcio que Santiago había redactado. Justo ese día, Valeria se enteró de su embarazo. Si su esposo había sido corrompido, ya no tenía sentido estar con él. Y si el niño era de la amante, entonces debía dejárselo. Valeria, terminando con el amor y las emociones, reveló su verdadera naturaleza y se enfocó en prosperar económicamente. Aquellas personas que la maltrataron anteriormente se iban a lamentar de sus acciones e iban a luchar entre sí para ganar su perdón. Los jóvenes ricos, que se burlaron de ella por ascender socialmente mediante un hombre, se arrepentían y le ofrecían grandes sumas de dinero buscando su amor. Y el pequeño que había sido influenciado por la otra mujer se lamentaba rogándole que fuera su mamá mientras lloraba. * A altas horas de la noche, Valeria atendió una llamada de un número desconocido. Por el auricular escuchó la voz de Santiago, era evidente que estaba borracho. —Valeria, no debes aceptar esa propuesta de matrimonio. En cuanto a los documentos de divorcio… No los he firmado.

La hermana gemela de Serafina Ruiz fue humillada y murió antes de su boda. Serafina, en una situación desesperada, se despide de su uniforme militar para reemplazar a su hermana en su boda, convirtiéndose en la nueva reina. El emperador del reino, un tirano, había perdido a quien más amaba, y todas las concubinas del harén eran sustitutas de ese primer amor, siendo una de ellas la favorita del emperador. Serafina no se parecía en nada a la mujer que el emperador había amado y todos pensaban que él la despreciaría, que tarde o temprano perdería su posición como reina. Y así fue, al segundo año del matrimonio, ambos decidieron separarse, pero la destituida no fue la reina, sino el emperador. En esa noche, el tirano sujetó con fuerza el vestido de la reina y dijo: —Si quieres irte, ¡será caminando sobre mi cadáver! Las concubinas lloraron, desconsoladas, y le suplicaron: —¡Mi señora!, no nos abandone, si tiene que irse, ¡llévenos con usted!