Señor Rodríguez, la señora declara que ya no dará marcha atrás
Durante cinco años, Santiago Rodríguez y Valeria Núñez vivieron juntos bajo un matrimonio por conveniencia. Incluso después de descubrir que él tenía una amante, ella decidió aguantar la situación con paciencia.
Pero todo cambió cuando se dio cuenta de que el niño que había estado criando como suyo era, en realidad, fruto de la relación entre Santiago y su amante.
En ese momento, entendió que su matrimonio había sido una farsa desde el primer día.
La amante, actuando como si fuera la esposa legítima, se presentó en su casa con los documentos de divorcio que Santiago había redactado.
Justo ese día, Valeria se enteró de su embarazo.
Si su esposo había sido corrompido, ya no tenía sentido estar con él. Y si el niño era de la amante, entonces debía dejárselo.
Valeria, terminando con el amor y las emociones, reveló su verdadera naturaleza y se enfocó en prosperar económicamente.
Aquellas personas que la maltrataron anteriormente se iban a lamentar de sus acciones e iban a luchar entre sí para ganar su perdón. Los jóvenes ricos, que se burlaron de ella por ascender socialmente mediante un hombre, se arrepentían y le ofrecían grandes sumas de dinero buscando su amor. Y el pequeño que había sido influenciado por la otra mujer se lamentaba rogándole que fuera su mamá mientras lloraba.
*
A altas horas de la noche, Valeria atendió una llamada de un número desconocido.
Por el auricular escuchó la voz de Santiago, era evidente que estaba borracho.
—Valeria, no debes aceptar esa propuesta de matrimonio. En cuanto a los documentos de divorcio… No los he firmado.