Mirna miró a Inés con toda la seriedad de una madre que cree estar educando a su hija.—Inés, compórtate bien. Cuando volvamos al salón, pide disculpas a Don Federico y muéstrale respeto junto con Sebastián. Así la cooperación entre el Grupo Altamirano y la familia Cornejo podrá reanudarse. No pongas trabas de por medio.—Ya te casaste con Sebastián, tienes que ser una buena esposa, su apoyo incondicional. En los negocios los hombres deciden lo importante, pero a veces una mujer influye demasiado. Si la gente lo nota, van a decir que yo, como madre, que no te eduqué bien.Inés no respondió, porque conocía demasiado bien a su madre. Sabía que todavía no había terminado.Y efectivamente, al instante Mirna volvió a abrir la boca, ahora para mencionar a Emiliano.—Inés, Emiliano pronto se comprometerá con Mariana. Aunque antes tuvisteis roces, al final ustedes dos ocupan el lugar de sus mayores. Convence a Sebastián de que sea tolerante. Ya sabes que Mariana tiene mal carácter. Tolérala, a
더 보기