Las palabras de Zoraida estaban cargadas de preocupación. Inés se quedó un instante en silencio, sorprendida, a punto de responder. Pero en ese momento, su celular sonó de golpe. Qué casualidad: era un mensaje de Emiliano. Apenas una frase corta.“Inés, al lado de Sebastián hay demasiado peligro. No puedes seguir con él. Prométeme que, tarde o temprano, me dejarás llevarte de vuelta.”Emiliano lo decía con ambigüedad, sin decirlo de forma directamente. Y justo por eso, el mensaje transmitía aún más angustia. Zoraida, sentada junto a Inés, alcanzó a leer la pantalla. Si antes estaba nerviosa, ahora sí se alarmó.—Inés, dime que no vas a darle importancia lo que escribió Emiliano, ¿verdad? Esa forma suya de hablar a medias, de insinuar y no decir, es clarísima: quiere confundirte, hacer que dejes a Sebastián y vuelvas con él. ¡Pero Emiliano no es buena persona, no puedes caer en esa trampa!Aunque Zoraida no sabía a qué se refería Emiliano con “el peligro” de estar cerca de Sebastián, co
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