César se esfumó por tres días.Durante ese tiempo, Gloria me enviaba un video diario, pura provocación descarada. En las imágenes, César, con una dulzura poco usual, sostenía un juguete para calmar a la cachorra, mientras Gloria, acurrucada en su hombro, lo miraba interactuar con la cachorra, con una sonrisa de oreja a oreja.Aunque me desgarraba por dentro, no podía dejar de verlos.Uno tras otro, llegaban videos de César cuidando a Gloria toda la noche, dándole la sopa en la boca, abrazando a la cachorra... Y en cada uno de esos clips, sus ojos reflejaban una ternura que me acababa.Cada vez que terminaba uno, sentía que mi corazón se desgarraba.El dolor fue aumentando hasta que, de repente, la sensación se me fue por completo. Quizás mi corazón se había quedado helado desde aquella vez que me tiraron en la cámara frigorífica.Estaba a punto de bloquear a Gloria cuando el celular vibró de nuevo. Era una foto: ella, jugando con mi brazalete."¿Quieres el recuerdo de tu mamá? Pues, ve
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