—Solo que el proceso de divorcio es algo complicado, aún tomará un poco de tiempo.Aunque lo decía con calma, en el fondo sentía cierta inseguridad.Pensó: "Es verdad, ¿qué clase de mujer no podría tener Simón? ¿Por qué me miraría diferente a mí?"A veces su tolerancia y esa forma de consentirla parecían tan irreales que la descolocaban.—¿Y cuánto es poco? —preguntó Carmen, sirviéndole un trozo de costilla en el plato a Cecilia.—La juventud de una mujer dura poco. No hay tanto tiempo para seguir esperando.Luego, con tono más bajo, pero firme, añadió:—Si me haces caso, deberías pensar en quedar embarazada. Si llevas en el vientre un hijo de los Herrera, ya no tendrías por qué preocuparte por el título. Aunque no le caigas bien a su abuela, con un bisnieto en brazos no le quedaría más remedio que aceptarte.El rostro de Cecilia se encendió al instante.—Mamá, eso no está bien... —respondió con apuro.—¿Cómo que no? —Carmen la miró con severidad—. Están juntos hace tanto tiempo, tener
더 보기