Al final, ambos saldremos heridos
A quince días de la boda, Santiago Velasco y yo tuvimos una pelea feroz.
La razón no era otra: él quería tener un hijo con la hija de su profesor.
—Solo iremos a hacer una fertilización in vitro, no hay nada entre nosotros —dijo con una calma que me heló hasta los huesos—. El profesor está muy enfermo, lo único que desea es ver a Valeria con alguien que la apoye en el futuro.
—¿Y tú? —le reproché—. Nos casamos en quince días y tú vas a tener un hijo con otra mujer. ¿No te parece absurdo?
Vi cómo Santiago cerraba la puerta de un portazo y, sin pensarlo, publiqué en mis redes:
"Boda en quince días, busco un novio nuevo, ¿alguien se apunta?"