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La amante con VIH y el esposo que pagará caro. A Sabrina, el gran amor de Roberto, le diagnosticaron VIH en el hospital donde yo trabajaba. Faltando a mi ética médica, se lo conté a él. Pero Roberto pensó que lo estaba engañando. No solo me difamó, acusándome de la muerte de un paciente, lo que me llevó a la cárcel, sino que después también diluyó un abortivo en mi leche. Con ocho semanas de embarazo, sufrí una hemorragia masiva. Le supliqué ayuda, pero me apartó de una patada. —Por fin, dejarás de ser un impedimento para que Sabri y yo estemos juntos. Al abrir los ojos de nuevo, estaba de vuelta en el fatídico día en que a Sabrina le habían diagnosticado VIH. Y, esta vez, no solo guardé silencio, sino que además le pedí el divorcio a Roberto. Después de todo, él la amaba tanto… Tenía que dejarlos ser felices juntos.

Con nueve meses de embarazo, un exempleado, que guardaba un profundo rencor tras haber sido despedido para darle ese puesto a mi esposo, me llevó a la fuerza a la azotea del edificio y me asestó decenas de puñaladas. Mi marido, Víctor Escobar, capitán de un escuadrón de rescate, prefirió movilizar a todo su personal para impedir que Raquel Herrera, su exnovia, sumida en una depresión, le prendiera fuego a su departamento. No le supliqué que viniera a rescatarme. En mi vida anterior, precisamente porque lo había llamado suplicándole ayuda, él había dejado desprotegida a Raquel y había ido corriendo a salvarme. Mi bebé y yo logramos sobrevivir, pero ella, después de prenderle fuego a su departamento, murió consumida por el incendio. En apariencia, Víctor no me había guardado ningún rencor. Incluso llegó a reservarme una suite de maternidad privada. Sin embargo, el mismo día que di a luz, me amarró ¡y nos acuchilló sin piedad, a mí y a mi bebé recién nacido! —¡Ese día tú y ese tipo se pusieron de acuerdo para engañarme, ¿no es así?! ¡Tus «heriditas» no eran nada graves! ¡Ni de chiste te ibas a morir! —exclamó, fuera de sí—. ¡Pues, si tanto te encanta que te apuñalen, entonces, te daré el gusto! Cuando volví a abrir los ojos, había regresado al día en que me habían tomado como rehén. Pero, esta vez, tomé una decisión: lo dejaría correr para salvar a su Raquel.

Ella casi perdió la vida en la mesa de operaciones por una hemorragia causada por un embarazo ectópico, mientras su esposo pujaba en una subasta y celebraba a lo grande el cumpleaños de su amante. Durante cuatro años de matrimonio, se humilló hasta lo más bajo, sin lograr derretir el corazón de ese hombre. Hasta que lo vio mimar y proteger con esmero a la hija de su enemigo… ahí fue cuando se rindió por completo. Dejó el acuerdo de divorcio sobre la mesa y se fue sin mirar atrás. De vuelta al mundo laboral, se dedicó de lleno a su carrera, deslumbrando a toda Ciudad Mar y convirtiéndose en el centro de atención de la alta sociedad. Al verla rodeada de admiradores, el frío y orgulloso presidente ya no pudo quedarse de brazos cruzados, cortó de raíz todos sus romances y la acorraló contra la pared. —Señora Herrera, el divorcio, ni lo sueñe.

息子がピアノコンクールに参加する日、私は向かう途中で交通事故に遭った。 怪我の状態を気にする余裕はなく、私はおびえながら会場に駆けつけ、ちょうど授賞式に間に合った。 息子は金メダルを手に取り、興奮した表情で私の方に走ってきた。 私は微笑みながら頭を下げ、彼は背を向けて金メダルを夫の初恋の首にかけた。 私が10年間愛してきた夫でさえ、イライラした口調で言った。 「お前、こんな格好してどうしたんだ？汚くて、まるで物乞いみたいだ！ 今夜の息子の祝賀会には来るなよ。お前が来たら恥ずかしいって言われるぞ！」 私は一言も言わず、一人で病院に行って診てもらった。 雨の中を走って別荘に戻ったが、ドアがすでに施錠されているのに気づいた。 そして、私は激しい雨の中、一晩中ドアをノックした。 夜明けが訪れ光が差し込む頃、私は彼らにメッセージを送った。 「離婚します。あなたたちの望む通り、これからはもう邪魔しません」

橋本緒子は意外にも豪門の後継者と結婚し、妊娠が判明したその日に離婚契約書を受け取った。 彼女は結婚した家を偽のお嬢様に占拠され、義母にも権力も地位もないと嫌われていた。 しかし、イケメンでお金持ちの６人が突然現れた。 一人は不動産王で、彼女に数百棟の豪邸をプレゼントしたがった。 一人は人工知能の科学者で、限定版の自動運転高級車を贈ろうとしていた。 一人は外科医で、毎日家で美味しい料理を作ってくれた。 一人は天才ピアニストで、毎日彼女のためにピアノを演奏してくれた。 一人は優秀な弁護士で、彼女の悪評を一掃してくれた。 　一人は有名な俳優で、彼女が本当に愛している存在だと公式に発表した。 　 偽のお嬢様は自慢した。「これらは全て私の兄たちだよ」 6人の兄たちは一斉に反対した。「違う、緒子こそ本物の豪門のお嬢様だね」 彼女は子育てをしながら幸せに暮らし、6人のイケメンからの無限の愛情を享受していた。しかし、ある男は焦って言った。「緒子、復縁しよう！」 彼女は微笑みながら答えた。「私の6人の兄たちが賛成するか、聞いてみて？」 すると、そこに現れた4人の美男たちは言った。「違う、10人であるべきだ！」

離婚を切り出した翌日、慰謝料10億円の書類にサインをし妻は消えた。失踪後、双子の妊娠、父親は別人説、謎の海外送金疑惑が発覚。妻が今まであんなに尽くしてくれたのは嘘だったのか？もう一度、結婚していた頃に戻りたい御曹司社長の後悔

When Jake Savage walks out of prison, the man he used to be is long gone. Now known as Wrath, he carries a debt to Rancid and a reputation forged in blood. His road leads to Reading, Pennsylvania—straight into the clubhouse of the Road Warriors MC, where violence is currency and loyalty is law. Love was never part of his plan. But when danger closes in, Wrath does the only thing he’s ever been sure of: protect what’s his. A five-year-old boy wandering down his driveway becomes the unexpected spark that shifts his world—and gives him something worth fighting for. As old grudges resurface and new enemies take aim, Wrath discovers that peace was never meant for a man like him. Caught between being a protector and monster, he must face betrayal, forge uneasy alliances, and unleash the darkness that’s kept him alive.

It wasn't a mistake. Lauren cheated on Ethan when they are young with his cousin and his entire football team. It breaks Ethan and made him lost everything. He leaves the city and after 7 seven years, Lauren is like an angel who falls right into his feet. He blackmails her and made her his toy until things escalated. A chaos in power and the girl from the past. What will happen to their chaotic relationship? How can Lauren live through the wrath of his ex?

Bride of Wrath (Wolves of Wrath series #1) "You could have chosen anyone. Women throw themselves at you, I'm certain of it. Women who would die to be your chosen… your mate. Why take me, someone unwilling?" "I did not choose you," he said, with a shrug. "Alexandros and Nikolaos did." "Then what's stopping you from setting me free? From choosing another?" I challenged. "I don't want another." ***** Becoming the bride of the most desired and dangerous Alpha is no fairytale, but a bloody nightmare. Lyla Gray, a young human woman, is taken from a life of poverty and dumped into a world of wealth and Lycans... sold into an arranged union with a man she neither trusts nor desires. Her marriage to Zephyrus Wrath, the fearsome and filthy-rich Alpha of a dominant Lycan pack, is not born out of love, but forced by his pack’s traditions. He never wanted a mate. But when duty calls, he bends to take a bride. What he doesn’t expect is to want her. Uncontrollably. Madly. Yet even as the desire is evident between them, he refuses to force the bond. He wants Lyla to choose him willingly. But Lyla is no calm, submissive woman. She challenges him at every turn, determined to frustrate him enough to make him back down and send her away. Yet in doing so, she draws dangerous attention to herself. Eyes that see her as ungrateful, as someone who should feel honored to be Zephyr’s 'Chosen'.

"How about meeting again so we can continue from were we left." Raphael asked in his husky voice, his hand still squeezing my breast. He was really good at it. "You were good but not good enough for another night baby boy." I winked, leaving him with a shocked expression on his face.