Protegida por el Alfa Verdadero
En nuestro tercer aniversario, descubrí con horror que mi pareja, Ethan Rivers, había estado pasando las noches con su amor de la infancia, y que incluso el certificado de unión que me había dado era falso. Cuando lo encaré, Ethan me acusó con una frialdad brutal de ser una malagradecida.
—Hice la ceremonia de unión con Bella para ayudarla con la presión de su familia. ¿Por qué tienes que ser tan egoísta? No es que no te quiera. Solo es un papel, ¿por qué haces tanto escándalo? Tenía planeado hacer la ceremonia de verdad contigo este año, pero nunca me imaginé que fueras tan ambiciosa. Me decepcionas mucho, Aria.
Corté toda comunicación con él y, sin perder tiempo, se llevó a Bella de luna de miel.
***
Cinco años después, nos volvimos a encontrar en una reunión exclusiva de manadas. Su manada prosperaba y, a su lado, estaba Bella Rose, cubierta de joyas y con una sonrisa impecable.
Al verme agachada en el suelo, buscando entre los restos de pastel en la basura, chasqueó la lengua con impaciencia.
—Mira nada más en lo que te convertiste por dejarme. Antes despreciabas el certificado falso, ¡y ahora ni regalada te querría nadie! Por los viejos tiempos, si te arrodillas y le pides perdón a Bella, a lo mejor te dejo volver como nuestra sirvienta.
No estaba para lidiar con él. Mi hijo, como parte de una travesura, había escondido mi anillo de unión de 80 millones de dólares en un trozo de pastel, y necesitaba encontrarlo rápido. De lo contrario, cuando llegara su papá, el pequeño volvería a meterse en problemas.