Yo con el Heredero, Mi Ex en Ruinas
Antes de la boda, la mujer que había sido el gran amor de su vida fue obligada a casarse con un famoso "mujeriego"para proteger a su familia.
Mi prometido Arturo, incapaz de verla sufrir, fue a interrumpir la ceremonia.
Ese mismo día, frente a todos, obtuvieron el certificado de matrimonio.
Toda la ciudad de Marseah esperaba con ansias el escándalo entre mi familia y los Gómez.
Pero al día siguiente, el único hijo de los Gómez apareció en la entrada de mi empresa, conduciendo su Bugatti con descaro:
—Tu prometido se llevó a la mujer con la que iba a casarme. Quiero que pagues esa deuda casándote conmigo, es justo, ¿no?
Al mirar su melena roja y desafiante, sonreí con calma:
—Sí, muy justo.