Wolves In Los Angeles

My best friend Joanne and I were mated to Beta Shawn and his older brother, Alpha Edwin, on the same day. But three years after our bonds were formed, their childhood sweetheart, Carmen, returned. Both brothers were drawn to her like moths to a flame, and Joanne and I—once their mates—became little more than shadows in their lives. Joanne, unable to endure the cold neglect her mate had shown her, begged me to escape with her—and I agreed. But the night before we were supposed to leave, she leapt from Moonlit Crag and ended her own life. When I called Shawn, her mate, he didn’t believe me. Instead, he scoffed: “Jose, don’t you think this childish little trick is beneath you? Trying to get my attention like this?” When I reached out to Edwin, he only smirked, voice colder than the winds atop that cliff. “Jose, do you really expect me to believe you? You’re just jealous of Carmen. Don’t involve me in her drama anymore. She’s not worth the trouble—and neither are you.” Their indifference shattered what little hope remained. So I severed the bond with Edwin… and left without a word. But when Shawn finally learned the truth, he collapsed at Joanne’s grave, sobbing and begging for forgiveness. And Edwin? He howled into the night, desperation twisting his voice as he roared: “Come back, Jose! I won’t lose my mate—not you too!” But by then, I was already gone. And I had no intention of returning.

Después de la muerte de Harper, mi hermana gemela, mi compañero Alfa me odió durante diez años. Por una década entera fui su Luna e intenté de todas las formas posibles complacerlo. Un día, me dijo: —Si tantas ganas tienes de darme gusto, entonces muérete. Así que, cuando vi que un camión se dirigía hacia mí, ni siquiera me moví; sin embargo, nunca esperé que Noah me empujara para salvarme. Quedó herido de gravedad. Antes de morir, me miró y susurró: —Charlotte, si nunca te hubiera conocido, todo habría sido mejor. Al funeral de Noah asistieron todos los sabios y los miembros de la manada. —Debí dejar que Noah eligiera a Harper como su Luna. Me arrepiento de haberlo obligado a escogerte en ese entonces. ¡Tú lo mataste! La madre de Noah estaba deshecha por el dolor. El padre de Noah también habló: —¿Sabes? ¡Noah te salvó la vida tres veces! Era un Alfa de tan buen corazón... ¿Por qué no te moriste tú en su lugar? Todos en el funeral me miraban con reproche. Me echaron de la ceremonia; me quedé ahí, perdida y destrozada. Tres años después, con la ayuda de una bruja y su hechizo, regresé al pasado. Esta vez, tomé una decisión diferente. Pase lo que pase, nunca volveré a ser la Luna de Noah.

Como hija del alfa de la manada del Lago Azul, lo tenía todo: un aspecto hermoso, un padre cariñoso y un príncipe pretendiente, que era el sueño de cualquier chica. Pero mi mundo perfecto se puso patas arriba cuando mi manada fue masacrada el día de mi cumpleaños por los más despiadados salvajes. Peor aún, descubrí que el responsable, el Omega que cometió los crímenes, era mi hermano adoptivo y mi pareja.*—Atrapé sus labios en los míos en un beso tentativo. Al principio, no se movió ni un milímetro. Permaneció quieto como una piedra. Cuando pensé que me había equivocado, me aparté, pero sus brazos me rodearon y me atrajeron hacia sí, profundizando el beso. Su beso era exactamente lo que yo esperaba. Avasallador… Me acerqué más a Zander, profundizando aún más el beso. De repente, separó sus labios de los míos. Me llevé una mano a los labios y le miré incrédula."La posesión del Rey de los Salvajes" es una obra de Reina Bellevue, autora de eGlobal Creative Publishing.

Rejected and abandoned from birth, Kira has spent her life in the shadows—mocked, cast aside, and branded as the daughter of a lowly omega. What no one knows is that she harbors a dangerous secret—two wolves reside within her, a power unheard of in all of history. To survive, she’s learned to keep her head down and her true nature hidden. But fate has other plans. When Kira crosses paths with the ruthless Alpha Asher during mating season, their undeniable bond should seal their destiny. Instead, he rejects her, unwilling to be tied to someone of her bloodline (An Omega). Shattered and alone, banished from her pack—she falls into the hands of Lycan Prince Dante, a man who claims her as his true mate. As Kira is thrust into a world of power, ancient prophecy, dark blood-ties and deception, shocking truths unravel. A stolen identity. A lost legacy. And a revelation that ties her fate not only to Alpha Asher and Prince Dante but to the future of the Lore. With two powerful men vying for her heart and an ancient prophecy threatening to consume her, Kira must decide—will she embrace the destiny she never chose, or carve her own path before it’s too late?

Locked away her entire life, Eloise only craved one thing, freedom to run around in her shifted form like other werewolves. But when her 18th birthday came, she was told she was going to get married. The news triggered her wolf and she began to shift. She was taken by surprise when her family used their witch magic to lock her wolf inside her. The magic pushed into her was too much that she blacked out. When Eloise regained consciousness, she couldn't feel her wolf inside her anymore. But that became the least of her problems as she realized she was no longer among her kind, she was in the midst of dragons. Creatures who hunt her kind for fun. She was given one choice to escape execution. She must learn how to use her unstable magic to heal the dragon shifters of a terrible plague. Betrayed by her family and left with no other options, Eloise enrolled in Azehar academy, where she must survive deadly trials and hatred of the students surrounding her. A werewolf in the midst of ancient enemies. Will she survive and return safely to her kind, or will she succumb to the horrors of Varethin?

SEQUEL TO A PUBLICIST'S PLIGHT Lies. Betrayal. Secrets. Corruption. Just your average day in an American corporation. Sebastian Harrison has successfully secured his spot as Harrison Incorporated's Chief Executive Officer. And although the goal has been achieved, it is only the beginning. With him and Leslie King on rocky ground and his father still trying to influence the future of Sebastian's company, Sebastian feels caught between doing the right thing and the safe thing. But when Leslie begins to show interest in Colombian Bachelor, Alejandro Quintanilla - nephew to Salvador Quintanilla, an important partner to Harrison Inc. - Sebastian struggles to put his money where his mouth is. And when it comes to Leslie whose budding new love interest and family intrusions have kept her busy, it's hard for Sebastian to step back and accept what never became. However, time can only conceal for so long, and in the midst of Sebastian's new position and Leslie's new relationship, it is inevitable that the past will come find it's way seeping through the cracks of the locked chest. Especially when this said chest has secrets being kept for each other's own good. **

El día de la sentencia, mi prometido Diego González me tomó de la mano, sollozando, y me pidió que dejara de defender mi inocencia y firmara un acuerdo de culpabilidad. —Clara, sé que tú no hiciste nada… pero Isabella está esperando un hijo mío. No puedo permitir que ella vaya a la cárcel. Hazlo por tu bien, por favor —suplicó, con lágrimas que le empañaban la mirada. Sin dudarlo ni un instante, firmé el acuerdo. En mi vida anterior me negué a cargar con la culpa de Isabella García y, por eso, no solo terminé tras las rejas: la furia de Diego envió gente a torturarme hasta dejarme estéril. Esta vez me propuse complacerlo. A la mañana siguiente, los noticieros reventaron con la primicia de que yo había robado secretos comerciales de la Corporación López. Para colmo, Isabella se presentó como testigo. —Sí, fue ella; la vi con mis propios ojos infiltrarse en la compañía —declaró ante las cámaras. Pero aquella tarde, cuando inició la audiencia, el demandante Santiago López, director general de la corporación, retiró la acusación. Bajo la mirada atónita de la prensa, sacó un anillo, se arrodilló y me preguntó: —Clara, ¿en esta vida aceptarías casarte conmigo?

Tres días después de mi muerte, mi prometido Alberto recibió una llamada identificando mi cadáver. Con impaciencia, dijo,-No me importa su muerte. Avísenme cuando la entierren. La policía, impotente, llamó al segundo contacto de emergencia: mi amigo de la infancia, Luis. Él se burló con indiferencia,-¿De verdad muerta? Pero no me toca recoger el cuerpo. Entonces quémenlo. Hagan lo que quieran con las cenizas. Hasta que publicaron el acta de defunción en línea. Solo una noche, el pelo de mi prometido y mi amigo se volvió gris.

Después de que la Gran Guerra entre Humanos y Bestias terminara, ambas partes acordaron que los híbridos gobernarían el mundo. Cada cien años, se celebraba un matrimonio entre humanos y bestias. Aquel que concibiera primero un híbrido se convertiría en el gobernante de la siguiente generación. En mi vida pasada, elegí casarme con Luciano, el primogénito de la manada de lobo, famoso por su devoción. Logré dar a luz antes que nadie a un lobo blanco híbrido. Nuestro hijo se convirtió en el próximo gobernante de la Alianza, y Luciano, como era de esperar, obtuvo un poder absoluto. Mientras tanto, mi hermana menor, seducida por la belleza de la manada de zorro, se casó con el heredero de los zorros. Pero obsesionado con sus conquistas amorosas, le contagió una enfermedad que la dejó estéril. Consumida por la envidia, mi hermana prendió fuego a mi habitación, matándome a mí y a mi pequeño lobo blanco. Cuando volví a abrir los ojos, había regresado al día del matrimonio. Mi hermana, habiendo renacido también, se adelantó y subió a la cama de Luciano. Yo lo sabía: ella también recordaba su vida anterior. Pero lo que ella no sabía era que Luciano, bajo su fachada de amante ideal, era un ser cruel y violento. ¡Jamás sería un buen esposo!

Im Endstadium meines Nierenversagens wurde die für mich passende Spenderniere – auf Entscheidung meines Mannes – meiner Schwester gegeben. Ich lehnte den Vorschlag der Ärzte ab, weiter auf ein passendes Organ zu warten, und ließ mich frühzeitig aus dem Krankenhaus entlassen. Wenn die Enttäuschung lange genug andauert, hört man auf zu kämpfen. All mein angespartes Vermögen übergab ich meiner Schwester – endlich lächelten mich meine Eltern wieder an. Mein Mann kümmerte sich Tag und Nacht um sie. Ich war nicht wütend – im Gegenteil, ich ermahnte ihn, besonders fürsorglich zu sein. Sogar als mein Sohn sagte, er wolle, dass sie seine Mama sei, lächelte ich und stimmte zu. Jetzt ist alles so, wie sie es wollten. Warum bereuen sie es auf einmal?