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Capítulo 8

Auteur: Molí
Aun así, me aferré con todas mis fuerzas.

Cada segundo que ganaba era una oportunidad más de salvarme.

El cuchillo seguía atravesando mi brazo una y otra vez.

Ya no pude contenerme y comencé a gritar de dolor desde lo más hondo de la garganta.

Felipe me instaba una y otra vez a que me rindiera y le suplicara.

Pero, ¿cómo iba a hacerlo?

Las heridas se multiplicaban y mi brazo izquierdo había perdido toda sensación.

Mi conciencia comenzó a difuminarse.

Al pensar en el dolor que aún me esperaba, sentí una desesperanza.

Pero de pronto, Felipe dejó el cuchillo al suelo.

—Qué aburrido, mejor lo matemos directamente y listo.

***

Esas palabras hicieron que mi corazón se detuviera.

Felipe por fin se cansó de torturarme y los matones detrás de él también parecieron aliviados.

—Háganlo —ordenó Felipe, sacando un pañuelo para limpiarse las manos.

Los matones se acercaron y sacaron algo de sus abrigos.

Cerré los ojos lentamente.

Listo para aceptar la muerte.

Pero en el momento en que cerré los
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