Tres años, dos noches de pasión, un divorcio

Tres años, dos noches de pasión, un divorcio

By:  DulcecitaUpdated just now
Language: Spanish
goodnovel18goodnovel
Not enough ratings
30Chapters
9views
Read
Add to library

Share:  

Report
Overview
Catalog
SCAN CODE TO READ ON APP

Durante tres años de matrimonio, él la trató con una indiferencia absoluta. Mientras, su amante se tomaba fotos con uno de sus camisones. —Ay, no te vayas a enojar, pero Adrián dice que a mí se me ve mejor. Mientras se acariciaba el vientre, apenas abultado, la mujer la miraba con un descaro despreciativo y provocador. Clarissa Ortega pasó tres años de soledad, creyendo que su esposo estaba entregado a su trabajo. Todo se derrumbó el día que su amante apareció para reclamar su lugar. Entonces comprendió que todos sus años de amor y sacrificio habían sido para un ingrato. —Dame la mitad de lo que tienes y le dejo el camino libre a tu gran amor. Dejó los papeles del divorcio sobre la mesa y se fue de la casa que compartían, dispuesta a que ese par de cínicos fueran felices. Lo que nunca imaginó fue que Adrián Cisneros, el hombre que siempre se había mostrado tan indiferente, al enterarse de que quería el divorcio, se arrodillaría ante ella con los ojos arrasados en lágrimas, rogándole que volviera.

View More

Chapter 1

Capítulo 1

La noche fue tan intensa que Clarissa perdió el conocimiento. Se despertó una vez, solo para que la pasión continuara con la misma intensidad.

Al amanecer, Adrián la abrazaba con fuerza por la espalda, como si quisiera fundirla con él.

El corazón le latía desbocado. Se giró y lo rodeó con sus brazos, aferrándose a ese instante de felicidad.

Después de un momento, Adrián la soltó y fue a ducharse.

Con las mejillas todavía encendidas, Clarissa se volteó para observar su espalda, ancha y musculosa, marcada por los arañazos que ella le había hecho en el arrebato de la noche.

Durante sus tres años de matrimonio, él siempre estaba de viaje de negocios en Valmeria, por lo que ella había dormido sola casi siempre. Pero ahora que volvían a estar juntos, parecía tener la urgencia de devorarla.

El sonido del agua corriendo en la ducha llenó la habitación. El celular de Adrián, que estaba sobre la mesita de noche, vibró.

Dirigió la mirada hacia la pantalla, donde una línea de texto resaltaba:

“Guardé la prueba de embarazo. ¿Cuándo me vas a dar mi lugar?”

¿Prueba de embarazo?

Clarissa tomó el celular y abrió la conversación. En el chat de una mujer desconocida, apareció la foto de una prueba de embarazo.

Mostraba dos intensas líneas rojas. Jamás imaginó que su esposo, el hombre con el que tenía una relación tan perfecta y respetuosa, pudiera tener una amante y un hijo fuera del matrimonio. Las lágrimas comenzaron a brotar, cayendo sobre la pantalla que sostenía con fuerza. Todo su cuerpo temblaba. Deslizó el dedo por el historial del chat.

Era obvio que lo habían borrado; solo quedaban algunos mensajes ambiguos y sin respuesta:

La mujer:

“¡Gracias, mi amor, por volar desde tan lejos solo para verme!”

“¡Nos vemos en el lugar de siempre!”

“¡Te extraño mucho desde acá!”

Entonces, ¿durante todos esos años de viajes de trabajo, Adrián ya tenía otra familia?

Clarissa abrió el perfil de la mujer. La foto de portada era un primer plano de dos manos entrelazadas sobre una cama. Y esa mano, de dedos largos y nudillos marcados, era inconfundiblemente la de su esposo.

De pronto el sonido de la ducha se detuvo. No podía confrontarlo sin pruebas contundentes.

Cuando pensó en tomarle una foto a la pantalla con su propio celular como evidencia, la otra persona eliminó los dos mensajes más comprometedores.

Solo quedó uno nuevo:

“Regreso al país”.

***

A las afueras de la ciudad, frente a una hacienda de lujo. Clarissa observaba desde el asiento trasero de un auto con conductor.

Contemplaba en silencio cómo su esposo recibía a su amante embarazada, recién llegada al país.

La mujer era más joven que ella, llevaba puesto un sencillo vestido blanco que acentuaba su figura bella y delgada. Cuando pudo verle bien la cara, Clarissa se quedó sin aliento.

Su cara, blanca y de piel suave como una flor, se parecía demasiado a la suya. No era un rasgo en particular, sino una característica, un parecido asombroso a primera vista. Hacía falta fijarse bien para notar las diferencias.

Analizándola con detenimiento, la otra mujer era una versión más delicada. Tenía cejas arqueadas, una nariz pequeña y labios finos. Clarissa, en cambio, proyectaba una serenidad más natural, con un toque de elegancia innata.

Hasta ese momento, entendió que, para Adrián, ella no era más que un reemplazo. Sonrió con amargura. Con razón, tres años atrás, cuando sus familias arreglaron el matrimonio, a él le bastó una sola mirada para aceptar casarse.

Ahí estaba el motivo.

—Señora, ¿quiere que me acerque más?

La voz del conductor la sacó de sus pensamientos. Se mordió el labio inferior y negó.

Observó cómo los brazos de la mujer rodeaban con ternura la cintura de su esposo, y cómo sus labios rojos dejaban un beso suave en su espalda. La cara de Adrián reflejaba una dulzura que ella rara vez veía.

La mujer levantó la cabeza y le susurró algo al oído con un gesto coqueto. Al segundo siguiente, la expresión de su esposo se volvió de ternura indulgente. La levantó en brazos, sosteniendo los tacones de ella con una mano, y se dirigió hacia la entrada del edificio.

Las manos de la mujer se posaron con naturalidad sobre los hombros de Adrián, acariciándolos. Clarissa cerró los ojos, incapaz de seguir viendo, y le ordenó al conductor que se marchara.

Poco después de que el auto de Clarissa se fuera, un detective privado que la observaba desde un lugar oculto llamó a su cliente en Valmeria para informar.

—Sí, lo vio. Lo vio todo, con claridad.

***

Clarissa regresó a casa. Hoy era su tercer aniversario de bodas.

Pasó horas sentada en la sala, pero Adrián no volvía. Miró el reloj una y otra vez. Cuando las manecillas marcaron las once, se secó una lágrima.

Era lógico. Con otra mujer y un hijo en camino, quizás ni siquiera regresaría esa noche. Fue al baño. Al salir de la ducha y entrar al vestidor, vio una pijama de seda sobre la mesa.

Era el regalo de aniversario que Adrián le había enviado por la mañana. Al desdoblarla, una fotografía cayó al suelo. Ella la recogió.

Como una burla cruel a su papel de esposa, la foto mostraba a la otra mujer usando esa misma pijama, con una mano sobre su vientre abultado y una mirada desafiante.

Debajo, una nota escrita a mano:

“No te enojes, querida. Adrián dice que a mí se me ve mejor”.

Clarissa rompió la foto en mil pedazos, y luego, con la misma furia, desgarró la pijama.

¿Por qué tenía que soportar que la humillaran con las sobras de otra? Se quedó de pie, desnuda, frente al espejo.

En su cara se marcaban dos surcos húmedos que delataban su llanto. Bajo la luz de los focos, su piel pálida parecía casi luminosa. La puerta del vestidor se abrió en silencio.

Sintió que alguien se acercaba. Al voltear, una mano la rodeó y la voz profunda de Adrián resonó en su oído.

—Ya volví.

Su imponente figura llenó su campo de visión. La camisa y el pantalón de vestir negros acentuaban su atractivo. Bajo la luz, sus facciones se veían aún más definidas y elegantes.

Sintió su abrazo ardiente por la espalda, mientras una mano fuerte la sujetaba por la cintura. Su aliento cálido le rozaba la oreja, una y otra vez.

Adrián la levantó, cargándola sobre su hombro con un solo brazo. El mundo le dio vueltas, y no tuvo más remedio que aferrarse a él, entre asustada y sorprendida.

Apenas pudo reaccionar antes de que la dejara sobre la cama del dormitorio principal. Sin perder tiempo, el cuerpo de Adrián se posó sobre el de ella, con la intención de hacerla suya. Con la respiración agitada y el cabello oscuro esparcido sobre la almohada blanca, Clarissa apoyó las manos en el pecho de su esposo, su voz apenas un gemido.

—¡Adrián!

Él la miraba fijamente, como si estuviera en trance, e inclinó la cabeza para besarla, con su cuerpo tenso, listo para tomarla.
Expand
Next Chapter
Download

Latest chapter

More Chapters

To Readers

Bienvenido a Goodnovel mundo de ficción. Si te gusta esta novela, o eres un idealista con la esperanza de explorar un mundo perfecto y convertirte en un autor de novelas originales en online para aumentar los ingresos, puedes unirte a nuestra familia para leer o crear varios tipos de libros, como la novela romántica, la novela épica, la novela de hombres lobo, la novela de fantasía, la novela de historia , etc. Si eres un lector, puedes selecionar las novelas de alta calidad aquí. Si eres un autor, puedes insipirarte para crear obras más brillantes, además, tus obras en nuestra plataforma llamarán más la atención y ganarán más los lectores.

Comments

No Comments
30 Chapters
Explore and read good novels for free
Free access to a vast number of good novels on GoodNovel app. Download the books you like and read anywhere & anytime.
Read books for free on the app
SCAN CODE TO READ ON APP
DMCA.com Protection Status