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María Álvarez y Lucas Mendoza llevaban tres años de noviazgo y tres de matrimonio. Eran inseparables, él la amaba con locura y siempre la trataba con ternura y atención. Hasta que un día, un mensaje de texto de un número desconocido le informó que Lucas le era infiel. Al principio pensó que era una broma pesada de alguien, pero jamás imaginó que presenciaría con sus propios ojos cómo él abrazaba a otra mujer mientras se besaban apasionadamente. En ese momento, todos los años de felicidad y buenos recuerdos se derrumbaron estrepitosamente en su corazón, hundiéndola en un profundo abismo. Después, siguiendo las indicaciones del mensaje de texto, logró obtener pruebas de la infidelidad de Lucas y de los regalos que le había hecho a su amante: una villa, bolsos, joyas y más. Contrató entonces a Andrés Castillo, el mejor abogado de Santo Horizonte, para que llevara su demanda de divorcio. Cuando todo salió a la luz, Lucas, con los ojos enrojecidos, le suplicó: — María, me equivoqué. Te amo de verdad, por favor dame otra oportunidad. Pero el corazón de María ya estaba repleto de decepción: — Tu amor es demasiado sucio, no lo necesito. * En los círculos de la alta sociedad todos sabían que Andrés, el poderoso del mundo legal, era distante y altivo, una persona inalcanzable a quien nadie debía faltarle el respeto. María también lo creía así, pero fue precisamente este hombre quien le dijo: — Podría ayudarte a olvidar tu dolor... ¿te interesaría considerarlo?

Julieta es una chica fea de origen humilde. Fue obligada a casarse con el hombre más rico y poderoso de Guadalajara, Leonardo Beltrán, como reemplazo de su hemana. Durante el día, actuaba como una empleada discreta y sumisa en la mansión Beltrán. Pero al caer la noche, se deshacía de la cicatriz falsa que oculta su extraordinaria belleza y se convertía en la secreta esposa sustituta del magnate. Cuando su secreto como sustituta salió a la luz, la alta sociedad de Guadalajara esperaba su caída. Sin embargo, contra todo pronóstico, Julieta no solo evitó la humillación, sino que sorprendió a todos, revelando sus talentos ocultos en perfumería y farmacéutica, iniciando un camino imparable hacia el éxito. Mientras tanto, el distante Leonardo Beltrán se descubrió irremediablemente enamorado, dispuesto a protegerla y a estar rendido a sus pies. —Ella es mía.

"Hatred barely scratches the surface of the disgust I feel for you, human. Why did the Moon Goddess mate you to me?" He gripped my jaw tightly, forcing me to meet his terrifying red-eye gaze as his hands explored my bare boobs, sending shivers down my spine. "I... I will gladly accept your rejection, Master. Please recite it once again," I stammered, struggling to hold back my tears. He scoffed, his lips brushing my ear as he whispered in a surprisingly soothing voice, "Over my dead body will I free you from my bondage." From the moment Olena was born, she faced hatred from her family, the only human among the Crescent Pack. Her father hid her away, treating her as a slave, while her silver hair marked her as a mystery. With a cruel stepmother and a spiteful stepsister who wants everything she has, her childhood crush rejected and betrayed her by marking her stepsister. What could be worse than being sold as a commodity to the most brutal, ruthless, and cursed Lycan King ever to exist? Abraham-The Cursed Lycan despises the concept of "fated mates" and loathes weakness in any form. Yet, there is something about Olena that he cannot ignore. Despite his hatred and the dark secrets he harbors, Abraham finds himself drawn to her in ways he doesn’t understand. But when a shocking truth is revealed, Abraham discovers that Olena isn’t human at all, she possess a very strong abilities. Her true identity changes everything. Will Abraham overcome the forces that threaten to tear them apart? Or will the reappearance of Olena’s childhood crush, who now wants her back, shatter everything?