Se Te Acabó Tu Niña Buena
Clara Reyes siempre había sido la niña buena de la familia. Lo único insensato que había hecho en su vida fue enamorarse del peor enemigo de su hermana, Gael Quintana. Por él, para complacerlo, se había atrevido a explorar fantasías en lugares que la hacían sonrojar.
Fue después de una noche de pasión desenfrenada en una casa de campaña que Clara descubrió la verdad por accidente. Su propia hermana era el amor imposible de Gael, la mujer que él siempre había anhelado en secreto.
Su acercamiento y su aparente amor tenían un único propósito: vengarse de su hermana. Con el corazón roto, lo dejó sin mirar atrás, abandonando un informe médico que confirmaba una pérdida.
Cuando sus caminos volvieron a cruzarse, la mujer dulce e ingenua que él recordaba había desaparecido. En su lugar encontró una versión más fuerte de sí misma, acompañada de un par de mellizos.
La agonía de extrañarla durante incontables días y noches había destrozado su orgullo. Desesperado, se aferró al borde de su vestido, con la voz rota por la emoción.
—Por favor, vuelve. Te juro que los voy a querer como si fueran míos.
Clara apartó la mano de Gael con calma. Alisó la tela de su vestido donde la había sujetado, un gesto deliberado y de desprecio. Sonrió de manera burlona.
—No te molestes. Ya tienen papá.