Filter By
Updating status
AllOngoingCompleted
Sort By
AllPopularRecommendationRatesUpdated
De Luna Traicionada a Reina Alfa

De Luna Traicionada a Reina Alfa

Tenía cuatro meses de embarazo del heredero del Alfa cuando mi mejor amiga, Ariana, se estrelló contra mí. Dijo que fue un accidente. Pero su supuesto accidente me hizo perder a mi cachorro. Mi hermano, Liam, intentó delatarla ante los sabios de la manada, pero lo acusaron injustamente de traición, le quitaron su título de Beta y lo encerraron en los calabozos. Corrí a suplicarle ayuda a mi pareja, el Alfa Byron. Me abrazó con fuerza y juró que salvaría a Liam. Al día siguiente, encontré a Liam en los calabozos, encadenado con plata, apenas con vida. Devastada, volví a buscar a Byron, intentando encontrar una manera de demostrar la inocencia de Liam. Fue entonces cuando lo escuché hablar con su mano derecha. —Si su Luna se entera de que usted permitió que le tendieran una trampa a Liam... lo va a odiar. La voz de Byron sonaba agotada y con un dolor que intentaba ocultar. —Sé cómo es. Era la única forma de que perdonara a Ariana en la Ceremonia de la Luna de Sangre. Ariana me salvó la vida. No voy a permitir que esto la destruya. Hizo una pausa y su voz se tornó seria. —En cuanto a Sandra... ya veré cómo compensarla. Nunca sabrá la verdad. Jamás. Por ahora, solo tiene que... obedecer. Mi pareja, en quien confié ciegamente... Destruyó a mi familia. Todo para proteger a la loba que mató a nuestro cachorro. El dolor me desgarró el alma. Temblando de una furia que jamás había sentido, llamé al único con el que no había hablado en siete años: mi padre, el Alfa Caden. “Padre, acepto la alianza estratégica. El matrimonio que mencionaste. Pero tengo una condición. Quiero que destruyas a la Manada Blackwood.”
Short Story · Hombres Lobo
6.0K viewsCompleted
Read
Add to library
Servir, jamás; reinar, siempre. ¡Me coroné!

Servir, jamás; reinar, siempre. ¡Me coroné!

El día que Valeria perdió al bebé, Daniel y su hijo estaban acompañando a Emilia, para ver su función favorita. —Siempre hacías el mismo drama, ¿no te cansabas? —Papá, cámbiame de mamá, ¡qué fastidiosa! En su cumpleaños, Valeria regresó del hospital y encontró a su esposo, el hombre al que amaba, celebrándole a Emilia. El hijo por el que casi entregó la vida juraba que iba a proteger a la mujer que le había arrebatado todo. Valeria sonrió con los ojos rojos y salió, por fin, de la jaula de un matrimonio que la había tenido presa cinco años. Padre e hijo creyeron que, lejos de los López, ella no iba a sobrevivir. No imaginaron que se convertiría en alguien a quien ya no podrían siquiera alcanzar: —¡Señor López, el auto que diseñó la señora Valeria quedó número uno en ventas a nivel nacional! ¡Arrasó con la línea del Grupo López! —¡Señor López! ¡La señora ganó el campeonato mundial de diseño con inteligencia artificial! —¡Señor López! ¡La invitó el presidente de un país extranjero a una cena de Estado! Daniel se arrepintió hasta el dolor. Se arrodilló junto con su hijo y le suplicó que volviera: —Amor, te lo ruego, ámame una vez más. Si regresas, hago lo que sea… aunque sea convertirme en tu perro. Pero, del otro lado de la puerta, un hombre de belleza impecable, con un collar de cuero al cuello, se arrodilló sobre una rodilla. Enroscó una correa con diamantes en la palma de Valeria y la miró con una devoción desquiciada: —Mi dueña, desde hoy me someto solo a ti. Por favor, recíbeme.
Romance
18 viewsOngoing
Read
Add to library
De la sombra a su luz

De la sombra a su luz

El día que íbamos a casarnos, mi novio, Damián Cruz, envió a unos hombres para que me echaran del registro civil y entró del brazo de Luna Mendoza. Al verme sentada en el suelo, paralizada por la incredulidad, ni siquiera pestañeó y dijo: —El hijo de Luna necesita un apellido presentable para el futuro, para que pueda acceder a los círculos de élite y los mejores colegios. Es solo un trámite. Una vez que solucionemos esto, me caso contigo. Todo el mundo pensó que yo, la siempre devota, aceptaría esperarle obedientemente otro mes más. Después de todo, ya lo había esperado durante siete años. Pero esa noche, hice algo impensable: Acepté el matrimonio que habían arreglado mis padres y me fui del país directamente. Tres años después, regresé a visitar a mis padres. Mi marido, Vicente del Toro, era ahora el presidente de una corporación multinacional. Como tenía una reunión urgente de última hora, envió a un empleado de la sucursal local a recogerme al aeropuerto. Y para mi sorpresa, ese subordinado era nada más y nada menos que Damián, a quien no veía desde hacía tres años. Sus ojos se clavaron al instante en la deslumbrante pulsera de mi muñeca: —¿Esta es la copia barata de la pulsera por la que el señor del Toro pagó cinco millones para su esposa? Nunca pensé que te volverías tan superficial estos años. —Ya basta de rabietas. Vuelve. El hijo de Luna ya está en edad escolar, serás perfecta para llevarlo y traerlo. No dije nada, solo acaricié la pulsera. Él no sabía que esta era la más barata de todas las que Vicente me había regalado.
Short Story · Romance
6.1K viewsCompleted
Read
Add to library
PREV
1
...
5678910
SCAN CODE TO READ ON APP
DMCA.com Protection Status