A Un Paso Del Altar, Mi Novio De Siete Años Se Rajó
Llevaba siete años con Santiago, y aun así él no quería casarse conmigo.
—Santiago, estoy lista para casarme —le dije un día con calma.
Él frunció el ceño con indiferencia, como si ni siquiera hubiera escuchado bien mis palabras.
—Joana, la empresa está a punto de salir a bolsa, estoy tan ocupado que no pienso perder tiempo en un tema tan irrelevante.
Sonreí con tranquilidad.
Tal vez, en sus ojos, aquello era solo un intento desesperado de presionarlo para que me propusiera matrimonio.
Pero lo cierto es que, esta vez, sí me iba a casar…
Pero el novio no sería él.