52 Veces Despedida
Después de cinco años de relación, mi novio, abogado, canceló nuestra boda… ¡52 veces!
La primera vez, me dejó plantada en la playa porque su pasante —una joven que trabajaba con él en el bufete— cometió un error llenando unos formularios, y él volvió corriendo a la oficina.
La segunda, justo cuando estábamos por casarnos, se enteró de que otro abogado estaba haciendo pasar un mal rato a la misma pasante y se fue a «ayudarla», dejándome sola ante las risas de todos los invitados.
Desde entonces, no importaba cuándo planeáramos la boda, ella siempre tenía un nuevo problema urgente que lo requería.
Hasta que un día, me harté.
Con el corazón roto pero la frente en alto, decidí terminar con todo.
Y ese día que me fui de Santa Lucía del Valle…
Él se volvió loco, buscándome por toda la ciudad.