El masajista ciego
Con la epidemia se vio afectado mi sueldo, y para ganar más dinero con el que mantener a mi familia, volví a mi profesión anterior de masajista ciego a tiempo parcial. Sin embargo, lo que no me esperaba fue que había un servicio especial oculto en la última planta de ese salón de masajes.
La primera clienta que atendí allí fue Cecilia Lagos, la bella presidenta de mi empresa, y quería que le diera un masaje especial...