Share

Capítulo 8

Penulis: Crystal K
El abrazo de mi papá se sintió cálido. Tan reconfortante como cuando tenía pesadillas de niña. Lloré hasta sentir que el alma se me salía del cuerpo. Todo el dolor, toda la traición; todo brotó.

—No me voy a casar —dije entre sollozos—. No quiero nada de esto.

—Está bien —respondió mi papá, acariciándome el pelo—. Lo que tú quieras, hija.

No preguntó por qué. No me reprochó ser impulsiva. Solo me sostuvo con fuerza.

—Llévenla a casa —ordenó a los guardaespaldas.

Me ayudaron a subir al Rolls-Royce. Mi papá se sentó a mi lado. El auto se alejó de aquel lugar que ahora parecía una pesadilla.

Al llegar a casa, mi mamá estaba esperando. Al ver el estado en el que me encontraba, no hizo una sola pregunta. Solo me abrazó y dejó que llorara en su hombro.

—Mamá está aquí —me dijo en voz baja—. Todo va a estar bien.

Tres horas después, el abogado llegó con una pila de documentos.

—Todos los regalos del señor Carbone han sido catalogados —informó el abogado—. Joyas, propiedades, acciones. Todo es
Lanjutkan membaca buku ini secara gratis
Pindai kode untuk mengunduh Aplikasi
Bab Terkunci

Bab terbaru

  • El Juguetito De Mi Esposo   Capítulo 11

    CATHERINEDos meses despuésEl sol florentino sanó mis heridas. En los campos de la Toscana me reencontré conmigo misma.Pinté, leí y estudié a los clásicos. Sin llamadas de Luciano. Sin noticias de Maya. Sin la sombra de la mafia de Nueva York acechando.Solo yo y el arte en su estado más puro. Diseñé una docena de vestidos nuevos, inspirada por los maestros del Renacimiento. Eran elegantes, puros, dotados de una gracia intocable.Esta era mi nueva vida. El día que regresé a Nueva York, el aire de otoño se sentía fresco y nítido. El aeropuerto bullía de actividad, pero mi corazón permanecía en calma.Mi padre estaba ahí para recogerme.—Te ves muy bien —sonrió—. Recuperé a mi hija.—Así es —le devolví la sonrisa—. Estoy lista para empezar mi nueva vida.El auto avanzó hacia casa. Nueva York seguía siendo Nueva York, pero yo ya no era la misma.Mi historia había viajado más rápido que yo. Se convirtió en un susurro entre la élite: la prometida del Don que renunció al trono para elegirs

  • El Juguetito De Mi Esposo   Capítulo 10

    MAYAEl pasillo del hospital estaba frío. Las luces blancas fluorescentes lastimaban mis ojos.—Señorita Cross. Ya puede irse.Marco estaba frente a mí, con la cara inexpresiva.—¿Cómo está Luciano? —pregunté.—Eso no te importa —su tono fue cortante—. El jefe dijo que no quiere volver a verla nunca.No quiere volver a verme nunca. Hace unas horas, en esa catedral, me llamó basura. Un juguete. Algo para usar y tirar.Ahora ni siquiera se molestaba en mirarme.—Puedo esperar a que despierte...—Señorita Cross —me interrumpió Marco. Dos guardaespaldas se acercaron a él—. Por favor, váyase. O tendremos que sacarla a la fuerza.Los miré a los ojos. Eran indiferentes, desconocidos.Eran los mismos hombres que solían hacerme reverencias porque yo era la mujer del jefe.Ahora me veían como si fuera basura.Me di la vuelta y salí del hospital. Había empezado a llover. Una lluvia de octubre helada y cruel.No traía paraguas. El agua empapó mi pelo rápidamente y me escurrió por la cara. Lluvia o

  • El Juguetito De Mi Esposo   Capítulo 9

    LUCIANOLas palabras de Maya me dieron ganas de vomitar.Me puse de pie de un salto, le enredé la mano en el cabello y la arrastré sin piedad. Ella gritó de dolor, pero me importó un carajo.—¿Crees que te necesito? —Le estrellé la cabeza contra una columna de piedra—. ¿Qué mierda eres tú?La sangre comenzó a escurrir por su frente, pero mi furia estaba lejos de apagarse.—Hace solo dos días, nosotros... —trató de argumentar ella.—¿Hace dos días? —Me burlé, cerrando la mano en su garganta y apretando hasta que su cara comenzó a ponerse morada—. Eras solo un maldito agujero para coger. Eso es todo lo que fuiste. ¿En serio crees que podría amarte? No vales ni una sola pestaña de Catherine.—Tú... dijiste que me amabas... —logró articular entre ahogos.—¿Amarte? —La solté, viendo cómo se desplomaba en el suelo, tosiendo—. Nunca te amé. Solo eres un animal que abre las piernas, una perra que sabe ladrar. Haces las cosas sucias que Catherine jamás haría.Las lágrimas mezcladas con sangre c

  • El Juguetito De Mi Esposo   Capítulo 8

    El abrazo de mi papá se sintió cálido. Tan reconfortante como cuando tenía pesadillas de niña. Lloré hasta sentir que el alma se me salía del cuerpo. Todo el dolor, toda la traición; todo brotó.—No me voy a casar —dije entre sollozos—. No quiero nada de esto.—Está bien —respondió mi papá, acariciándome el pelo—. Lo que tú quieras, hija.No preguntó por qué. No me reprochó ser impulsiva. Solo me sostuvo con fuerza.—Llévenla a casa —ordenó a los guardaespaldas.Me ayudaron a subir al Rolls-Royce. Mi papá se sentó a mi lado. El auto se alejó de aquel lugar que ahora parecía una pesadilla.Al llegar a casa, mi mamá estaba esperando. Al ver el estado en el que me encontraba, no hizo una sola pregunta. Solo me abrazó y dejó que llorara en su hombro.—Mamá está aquí —me dijo en voz baja—. Todo va a estar bien.Tres horas después, el abogado llegó con una pila de documentos.—Todos los regalos del señor Carbone han sido catalogados —informó el abogado—. Joyas, propiedades, acciones. Todo es

  • El Juguetito De Mi Esposo   Capítulo 7

    Un dolor fuerte me estalló en la cara.Sin embargo, aquello no era nada comparado con el que me miraba Maya.—¡Por fin! —chilló ella—. ¡Por fin ya no tengo que fingir!Su cara se había deformado en una mueca horrible.—¿Tienes idea de cuánto te odio? ¡Catherine Sterling, la princesita perfecta!Su voz retumbó por todo el vestíbulo. Algunas personas que pasaban por ahí se detuvieron a mirar.—¡Odio a tu familia! ¡Odio tu historial impecable! ¡Odio cómo consigues todo sin siquiera intentarlo!Me quedé ahí parada, escuchando, sintiendo cómo se me desgarraba el alma.—¡Luciano debía ser mío! ¡El trono debía ser mío! —la voz de Maya se volvió más aguda—. ¡Pero entonces llegaste tú flotando, Santa Catherine, y lo embrujaste con esa inocencia de ojos grandes y tu maldita amabilidad!—Yo nunca...—¡Claro que sí! —me interrumpió—. ¡Le quitaste todo! ¡Su amor, su atención, sus promesas! ¿Y yo qué era? ¡A mí me dejaste escondida en las sombras, robando las sobras de lo que debía ser mío!Mi mente

  • El Juguetito De Mi Esposo   Capítulo 6

    —Por favor.Los ojos de Luciano estaban rojos, la mirada anegada en lágrimas.—No te vayas.Bloqueó el marco de la puerta, impidiéndome el paso.—Sé que me equivoqué. Sé que te lastimé —le temblaba la voz—. Pero podemos arreglar esto. Podemos volver a empezar.—¿Volver a empezar? —De mi garganta brotó una risa carente de emoción—. ¿Y sobre qué base vamos a construir? ¿Sobre más mentiras?—No, con la verdad. —Intentó alcanzarme, pero me aparté bruscamente—. Te contaré todo. Maya, ella...—Ya basta —lo interrumpí—. No quiero escuchar ni una palabra más sobre esa mujer.—Entonces, ¿qué hay de nosotros? —Luciano me miró con desesperación—. Catherine, piensa en nuestro imperio. En todo lo que construimos.—Ese era tu imperio, Luciano —le corregí—. Nunca fue mío.—¡No! ¡Es nuestro! —insistió, aferrándose a mi brazo—. No soy nada sin ti. Tú me hiciste mejor, más fuerte. ¡Eres mi reina!Mi mente viajó a lo ocurrido un año atrás. Sophia Castellano, la hija de una familia rival. Luciano se había

Bab Lainnya
Jelajahi dan baca novel bagus secara gratis
Akses gratis ke berbagai novel bagus di aplikasi GoodNovel. Unduh buku yang kamu suka dan baca di mana saja & kapan saja.
Baca buku gratis di Aplikasi
Pindai kode untuk membaca di Aplikasi
DMCA.com Protection Status