Kapitan Heneral El Filibusterismo Picture

Rebeca, la amiga de toda la vida de mi prometido, resultó que estaba embarazada, por lo que, Héctor, para salvar su reputación, decidió casarse con ella. Cuando, sin poder creérmelo, le pregunté qué iba a pasar con nuestro bebé y conmigo, Héctor me respondió con una calma que me dejó aterrada: —Mira, Gabriela, Rebeca no es como tú. Ella solo me tiene a mí en el mundo. No soportaría el escándalo ni los chismes por un embarazo así. Lo que él parecía olvidar era que yo tampoco tenía a nadie más en el mundo, y que nosotros dos también esperábamos un hijo sin estar casados. Tiempo después, mientras todo el mundo se burlaba y decía que el hijo que yo esperaba era un bastardo fruto de la infidelidad... Héctor, junto a Rebecca, se limitaba a observarlo todo con una indiferencia hiriente. Fue entonces cuando comprendí que, incluso en el amor, hay niveles. Así que tristemente decidí abortar a nuestro hijo, que de por sí no era ningún bastardo, para así dejarle el camino libre a él y a su «inmenso amor» por ella.

El día de mi boda, mi prometido y mi hermana Lana tuvieron relaciones en el cuarto de descanso, en donde los atraparon en el acto. Me volví el hazmerreír de todos. Fue mi amigo de la infancia Ramón quien públicamente me pidió matrimonio frente a todos, protegiéndome ostentosamente. Después del matrimonio, me obedecía en todo. Lástima que siempre tuvimos problemas en la intimidad. Hasta que este año, después de la fertilización in vitro, me embaracé. Después de eso me cuidaba aún más. Pensé que él era mi destino. Hasta ese día, que escuché su conversación con un amigo. —Ramón, eres demasiado cruel, Norma te trata tan bien, ¿cómo puedes porque Lana tiene miedo del dolor y no se atreve a parir, cambiar los óvulos para que Norma sea madre sustituta? Además, el bebé va a nacer en dos meses, ¿qué planeas hacer entonces? Ramón se quedó callado un momento, y suspiró. —Cuando nazca el bebé, se lo voy a dar a Lana, para cumplir uno de sus deseos. En cuanto a Norma, le voy a decir que el bebé murió. El resto de mi vida, la acompañaré. Así que era eso. Lo que yo creía que era cariño tierno, era para complacerla a ella. Me di la vuelta y programé un aborto. No quería a ese bebé sucio, y mucho menos ese matrimonio falso.

Belie had decided to take over her life future from the grip of her boyfriend who always task gaslighted her whenever she caught him cheating. She breaks up with him and chose to go out and have the rough life even if it was for a while. Yes she has the life she wanted but then it leads to her being pregnant for the biggest and eligible billionare of the town Zion Knight who had had the scare of pregnancy from many women just cause they wanted his money. But something about Belie forces him to follow her and somehow he finds out she wasn't lying and the baby was indeed his after his investigator had brought back news of it. Belie had broken up with her ex fiance he had come to one of the bars he owned and kept telling stories of how she was a loose girl and showed her picture, even one of the reason why when she tossed herself at Zion he went into her pussy and now he just doesn't want to leave when he bonds with her and falls in love with her without even knowing her.

Harriett Edwards has been in love with Damien Daniels since childhood, so when both their parents arrange for them to be married, she gladly accepts even though she was well aware that it wasn’t what Damien wanted. For the three years of their marriage, she devoted her life to him with the hope that she would be able to change his mind and eventually get him to fall in love with her. It all comes crashing down when someone fabricates a picture of her cheating with Damien’s brother, Adrian. After seeing the pictures, he coldly said. “I want a divorce!” And even when she confessed her love to him, his reply was cold and hurtful. “I know. It doesn’t matter. I don’t love you.” What he didn’t know was that in her hand was the pregnancy test result from a mistake he made in his drunken state. Years later, they both meet at a friend’s wedding and he is shocked to see her with a set of identical twins that looked just like him. “Are they mine?” He asked. Harriett laughed and replied, remembering his own words. “It doesn’t matter, Damien. They don’t need a father.”

Ryder, mi esposo y el Alfa de la manada, siempre ha odiado el llanto de los cachorros. Pero últimamente, empezó a cuidar al cachorro recién nacido de mi hermana adoptiva, quedándose a su lado en la guardería cada noche, hasta el amanecer. Cada vez que salía de nuestro hogar para ir a la guardería, un dolor fuerte e inexplicable me partía el corazón. Esta agonía duraba toda la noche, hasta que regresaba al amanecer. Pero llegué al límite. En el festival de la luna llena, anuncié frente a toda la manada que rompería nuestro vínculo. El enlace mental de la manada estalló en murmullos; todos pensaban que la batalla me había afectado el juicio. Una luz dorada se encendió en los ojos de Ryder mientras me miraba con incredulidad. —¿Solo porque estuve ocupado para ver cómo estabas después de que te hirieron, vas a romper nuestro vínculo? ¿Y todo por un cachorro de seis meses? Evité su mirada. En lugar de eso, mi vista se detuvo en la leve marca de labial corrida en el interior de su cuello. Aunque me temblaba la voz, me mantuve firme. —Ya que tanto quieres a su cachorro, en cuanto nuestro vínculo se rompa, podrás ser su padre sin tener que esconderte.

Tuvimos una relación de diez años. Salvador Ríos, finalmente, aceptó casarse conmigo. Pero el día en que debíamos tomarnos las fotos para la boda, cuando el fotógrafo nos pidió que nos besáramos, Salvador frunció el ceño con desagrado, murmuró que sufría de misofobia y, sin más, me empujó suavemente a un lado y se marchó solo. Yo, con la cara ardiendo de vergüenza, me vi obligada a disculparme con todo el equipo por su actitud. Afuera caía una nevada densa. Era imposible encontrar un taxi. Caminé sola, paso a paso sobre la nieve, con los pies empapados… y el corazón también. Y al llegar al departamento que sería nuestro hogar conyugal, lo encontré besando a Lucía Solís. Abrazándola como si el mundo estuviera a punto de acabarse. —Lucía… solo dime una palabra… y dejo esta boda y todo ahora mismo —susurró él. Diez años de amor ciego… de pronto se convirtieron en una broma cruel. Lloré como nunca. Y luego decidí que sería yo quien escapara primero de esa boda. Tiempo después, se corrió la voz en todo nuestro círculo social: El joven Ríos buscaba desesperadamente a su ex prometida por todo el mundo, solo para rogarle que lo mirara una vez más.

Zara Adigun never believed in fairy tales especially not the kind that involved arrogant billionaires and cold, calculated marriages. But when her father fell ill and her family is drowning in debt, she agrees to a one-year marriage contract with the most powerful and emotionally detached bachelor in Lagos (Dami Adeyemi). The deal is to pretend to be the perfect couple in public, live together under strict conditions that she must comply with, and leave when the contract ends with no strings and no emotions attached. But Dami’s icy rules begin to melt as Zara’s fire draws out the man he’s buried deep beneath his grief and guilt. The closer they get, the harder it becomes to stick to the rules, until secrets from the past threaten to destroy everything they were nurturing. Jide Adeyemi—Dami’s estranged brother and Zara’s first love came into the picture to reignite old flames and dark family secrets, Zara finds herself caught in a dangerous love triangle where trust is fragile, and the truth is a weapon. Now, she must decide: 1. To follow the terms of the contract. 2. Run back to the man who once broke her heart, or 3. Fight for a love that was never meant to happen. When hearts are bound by fate, will love survive the truth?

Jane Duncan is able to secure a job at the best publishing company in the country, France Publishing, where she does her best to achieve her dream of becoming the best writer in the country. But what happens when Jane falls in love with her Superior? A love so strong that she's unable to set herself free from that, felt like she has been chained to him. That she would love him for the rest of her life as if she was bound to him. And what if a very determined ex-boyfriend comes into the picture? Will she be able to get the love she so yearns for or not? Will she be able to achieve her dreams? Have you ever fallen for someone so bad that it hurts? You get this burning sensation in your chest like someone is ripping your chest out, or maybe it's just your heart that's shattering into pieces bit by bit? Have you ever fallen for someone you knew it would be impossible to have, but you couldn't stop yourself from falling deeper? I know it sounds cliché and all, but that's how I feel right now. And the surprising part is that I don't know when it happened or how it happened, but it just did. ----Jane Duncan

Cuando fui al hospital para verificar si el cuarto intento de fertilización in vitro había sido exitoso, vi a Francisco Gutiérrez —quien supuestamente estaba de viaje de negocios— ayudando cuidadosamente a una joven y hermosa chica a salir del sección de ginecología y obstetricia. La chica tenía el vientre tan abultado que parecía estar a punto de dar a luz. Francisco solo se desconcertó por un instante, antes de proteger a la chica detrás de él. —Laura, nuestra familia necesita un hijo para continuar el linaje. Cuando nazca el bebé, volveremos a ser como antes. Escuché claramente la determinación en su voz, y le sonreí diciendo que estaba bien. Ante su mirada sorprendida, guardé silenciosamente mis resultados médicos. El día que la chica dio a luz, dejé un acuerdo de divorcio y me alejé de él para siempre.

Durante una delicada operación de trasplante de corazón, mi esposo insistió en que su amiga de la infancia, Sofía Sánchez, una simple estudiante en prácticas, fuera su asistente. Solo porque la reprendí por llevar las uñas artificiales durante la cirugía, salió furiosa del quirófano. Mi esposo, sin importarle el paciente en cirugía, la siguió para consolarla. Le supliqué que volviera para terminar la operación, pero me respondió: —Sofi está triste. ¿Puedes no hacer un escándalo en este momento? La operación puede esperar. ¿Qué importa eso comparado con Sofi? Al final, el paciente fue abandonado en la mesa de operaciones durante cuarenta interminables minutos, muriendo de dolor. Después descubrimos que el paciente era nada menos que el alcalde de nuestra ciudad, un hombre muy respetado. Mi esposo y Sofía decidieron echarme la culpa del accidente médico: —¡Si no hubieras hecho un escándalo en el quirófano y nos hubieras echado, el alcalde no habría muerto desangrado! ¡Todo es culpa tuya! Al final, no pude defenderme. Fui condenada a cadena perpetua sufriendo en prisión hasta morir en prisión. Mientras tanto, mi esposo y su amante caminaron hacia el altar y se casaron. Al abrir los ojos de nuevo, me encontré de regreso en el día de la operación del alcalde en nuestro hospital.