Tras renacer, la impostora elige al vampiro
El mundo humano fue invadido por vampiros y hombres lobo.
Mis padres nobles, para complacerlos, nos entregaron a mí y a la falsa heredera en matrimonio.
En mi vida pasada, la impostora Serafina eligió al hombre lobo: fuerte y leal.
Yo, en cambio, escogí al vampiro: elegante y noble.
La noche de luna llena, el hombre lobo en celo devoró a Serafina hasta los huesos.
Y yo, tras recibir el Abrazo del vampiro, obtuve la inmortalidad.
Pero mis padres, ciegos de dolor, me drogaron y me arrojaron a la cama del hombre lobo.
Entre garras y colmillos, morí desgarrada.
Cuando volví a abrir los ojos, estaba otra vez en el día del sorteo.
Esa vez, la impostora volcó la urna y, entre mimos, gritó que quería al vampiro:
—Hermana, esta vez la inmortalidad será mía.
Yo no puse objeción y acepté al hombre lobo brutal.
Renacida, Serafina seguía siendo igual de estúpida, creyendo que la felicidad se consigue a costa de un hombre.
Pero lo que yo deseo... es liberar a toda la humanidad.