What Does The Suffix Al Mean In The Word Fictional

Cent, short for Maleficent, recently found out that she is the daughter of the great demon Beelzebub when she got a pair of horns on her eighteenth birthday instead of a pair of skating shoes. She finally got her answer why she never once felt that she belonged, turns out, she is not entirely human. When her estranged dad came knocking to take her away from her wretched foster life, Cent grabs the opportunity to be with her only ‘living’ family. But, he is called the great demon for a reason. After disturbing her life, he drops her like a sack of potatoes in front of the gloomy gates of Transylvania Academy. She realized that before her great demon dad can accept her, she still needs to prove herself worthy. Does she have what it takes to carry the privilege as an only child of a great demon? Does she have what it takes to be a monster?

Agi never got the chance to breath oxygen that is not generated by machines nor had the chance to ever see and feel the warmth of the sun. After an airborne virus swept all the remaining life forms on earth, they are forced to live underground where newborns are kept in Society Two, acting as an institution dedicated to experiment and test the children, strictly following the order the government imposed. But, as things slowly got out of hand, is the place really safe for them?

Mi hermana, María Sánchez, que siempre despreciaba la escuela, de pronto quiso presentar el examen para la universidad y les pidió a mis papás que me casaran con el hijo de un alto mando militar; a cambio, el general pondría el dinero para su carrera, un “apoyo” disfrazado de arreglo. Entonces supe que ella también había renacido. En la vida pasada, a María los libros le daban flojera: salió de la prepa y se casó con el hijo del comandante de zona, con un arreglo generoso de por medio. Luego a Bruno lo cambiaron a la frontera norte, a una Zona Militar pegada a nogales; a ella le repugnó el entorno y se negó a irse con la tropa. Yo, en cambio, terminé la universidad a puro trabajo y ahorro, entré a una dependencia pública con plaza base y me volví, por fin, capitalina de verdad. Ya metida en la vida castrense, María empezó a cobrar mordidas usando el nombre del suegro general. Lo metió en broncas con los de arriba; la Contraloría de la Militar lo bajó de puesto sin miramientos y, al final, la suegra la corrió de la casa. Tras el divorcio, la engancharon con una “asesoría” para invertir en la Bolsa de Valores; vino el desplome y quemó los ahorros de jubilación de mis papás. Sin salida, se me pegó y, cuchillo en mano, me obligó a entregarle mis ahorros y mi casa “para levantarse otra vez”. En el jaloneo me dio doce puñaladas. Me desangré. Cuando abrí los ojos otra vez, estaba de vuelta al principio: mi hermana les pedía a mis papás que me casaran con Bruno. Yo acepté encantada y me di de baja de la prepa de inmediato.

Tres meses antes del divorcio, Celia Sánchez presentó su solicitud de traslado de trabajo. Un mes antes, le envió el acuerdo de divorcio a César Herrera. Tres días antes, sacó todas sus pertenencias de su casa compartida y se mudó de allí. *** Tuvieron un matrimonio de seis años, pero cuando César apareció ante ella con su primer amor y su hijo, pidiéndole que el niño lo llamara "papá", Celia finalmente comprendió la realidad: si él la había hecho sufrir una y otra vez a causa de su actitud parcial hacia esa mujer y a su hijo. Además, César la consideraba como la verdadera "amante" y eso le daba vergüenza, entonces debía poner fin a ese matrimonio para que él pudiera quedarse con su primer amor para siempre. Sin embargo, cuando ella desapareció de su vida, él se volvió loco. Ella creía que César se casaría con su amor, como había supuesto, sin saber que ese hombre poderoso lloraría frente a los medios, suplicándole humildemente su amor. —Nunca he sido infiel, ni tengo ningún hijo bastardo. Solo tengo una esposa que ya no me ama. Se llama Celia Sánchez, ¡y la extraño mucho!

En el octavo año de noviazgo, me interpuse para recibir un cuchillazo que iba dirigido a mi novio, el médico Sebastián Herrera. Él me prometió que podía pedir cualquier cosa a cambio. Todos pensaron que aprovecharía la ocasión para pedirle matrimonio. Yo, en cambio, dije con calma: —Terminemos. Dicho eso, me di la vuelta y me fui. Sebastián sonrió con desdén y apostó con los presentes: —Es solo que quiere llamar la atención; apuesto a que en tres días vuelve llorando a suplicarme que volvamos… Pero se equivocó. Porque yo guardo un secreto: he renacido. En la vida anterior conseguí casarme con él, pero el gran amor de su vida, Camila Duarte, se tiró desde la azotea. Él volcó toda su rabia en mí. La noche de la boda me rasgó la cara; me encerró en un sótano oscuro y estrecho. Cuando quedé embarazada me obligó a tomar cantidades enormes de suplementos. El día del parto el bebé ya era demasiado grande para nacer por vía natural. Al final sangré sin control, me desgarré en un parto imposible y morí. Renací y volví al día en que me puse delante del cuchillo por Sebastián. Esta vez, hago exactamente lo que él espera de mí.

Amy no esperaba que su esposo, a quien había amado y en quien había confiado sinceramente durante muchos años, la engañaría al tener relaciones sexuales con su secretaria.Cuando ella lo confrontó, él y su secretaria se burlaron y ridiculizaron, la llamaron estéril en su cara, después de todo, ella no había concebido durante los últimos tres años que había estado casada con su esposo, Callan.Terriblemente desconsolada, solicitó el divorcio y se fue al club, eligió a un gigoló al azar, tuvo una aventura de una noche con él, le pagó y desapareció en una pequeña ciudad.Regresó al país seis años después con tres lindos niños idénticos y tres lindas niñas idénticas de la misma edad. Se instaló y consiguió un trabajo, pero pronto descubrió que su CEO era el gigoló con el que tuvo relaciones sexuales hace seis años en el club. ¿Será capaz de esconder sus seis bellezas de su CEO, quien resulta ser el hombre más poderoso de NorthHill y se cree que es infértil? ¿Pueden Amy y el hombre más poderoso de NorthHill llevarse bien considerando la brecha social entre ellos?

Edward Sterling is playing in his university's freshman basketball tournament when my parents banish me abroad. My biological sister and my fiancée are both on the sidelines, cheering for him. That spotlight should've been mine. The jersey he's wearing, with a star player's autograph on it, was supposed to be my 14th birthday gift. Edward and I have been rivals for most of our lives. It never matters whether I'm right or wrong—the moment he plays the victim, my parents rush to defend him and scold me without hesitation. But I am their biological son! It's not until I die alone and sick in a foreign country that I finally understand one thing. If I ever get a second chance, I'll never again fight Edward for love that was never mine to begin with.

SofiaI’ve made it a point to steer clear of the men who work for my father.  I have no intention of getting tangled up in that lifestyle.  But there’s something about Roman, an irrepressible energy that snaps and sizzles between us.  From the moment we met, his dislike was palpable.  And nothing has changed in the three years I’ve known him.  If I were smart, I’d stay away. But I’m not smart. RomanThe moment I saw her, I knew she had the power to destroy everything I’d spent years trying to accomplish.  I can’t allow that to happen.  Most days, I’m barely civil to her, because I know all hell will break loose once the floodgates open.  Nothing I’ve found douses the combustible energy that flares to life between us.  It’s as frustrating as it is dangerous.  One of these days I’m going to get burned. Or end up with a bullet in my head.Claiming What's Mine was created by Jennifer Sucevic, an EGlobal Creative Publishing signed author.

" How do the dead come back to life?" Hazel queried when she met her supposed dead husband at her sister's engagement party. The man she mourned for five years has been alive and well. But he's no longer hers, he's her sister's. Roman didn't believe it at first. Hazel persisted, but when he finally discovered the truth, she's thousands of miles away and is about to wed his business rival.

Con solo mencionar los preparativos de la boda, el primer amor de mi prometido salió corriendo en llanto. Luis Enrique me abofeteó con tal fuerza que caí al suelo, mirándome con odio puro: —¿Tan desesperada estás por casarte, Gabriela? ¿Tan patética que necesitas forzarme a esto?¡Posponemos la boda otra vez! Me llevé la mano a la mejilla ardiente, pero ni siquiera latió más rápido mi corazón. Con esta, ya eran ocho postergaciones. De los 28 a los 30 años, esperé en vano una respuesta. Esta vez, hice las maletas en silencio para salir. Al fin entendí: este matrimonio nunca debió existir.