—No tengo tiempo para eso. Si tu mamá necesita ir a una consulta médica, tú y tu hermano pueden acompañarla —respondió Paloma con frialdad. Sin esperar respuesta de Valentina, terminó la llamada y bloqueó enseguida el número de Valentina.Durante los tres años de matrimonio, cada vez que Carmen tenía algún malestar, era ella quien la acompañaba al hospital, corriendo como una loca de un lado a otro: hacer citas, recoger medicinas, buscar doctores, en fin... Pero los Santana daban todos esos esfuerzos por sentado, sin valorarlos en lo más mínimo.Y ese día era el control de ojos de Carmen.—¿Quién llamó? —preguntó con curiosidad Camila.—La hermana de Carlos, pero no hay que hacerle caso —respondió Paloma.Pero media hora después sonó de nuevo el teléfono: era Carlos.—Paloma, más te vale venir al hospital de inmediato. Si a mi madre le pasa algo, ¡no te lo perdonaré!Paloma se enojó, pero finalmente decidió ir al hospital. Después de todo, aún no estaba divorciada de Carlos, no era nec
Read more