Kabanata 6 El Filibusterismo

—Señora Flores, por la revisión específica, su certificado de matrimonio contiene información falsa; el sello y la firma son falsos. Las palabras del agente, de manera ligera, dejaron a Alba Flores aturdida mientras venía a solicitar una reposición de su certificado de matrimonio. —Imposible… Mi esposo, Carlos Sainz, y yo nos casamos legalmente hace cinco años. Por favor, ¿podría verificarlo de nuevo? El agente volvió a ingresar los números de identificación de ambos para realizar la búsqueda y confirmó: —El sistema muestra que Carlos Sainz sí que está casado, pero usted está soltera. La voz de Alba temblaba al preguntar: —¿Y quién es la esposa legal de Carlos Sainz? —Laura Escanes. Alba se agarró con fuerza al respaldo de la silla, intentando mantener la compostura. Le entregaron los documentos de vuelta y las palabras “Certificado de Matrimonio” del encima brillaban, provocándole un dolor en los ojos. Al principio, Alba había pensado que podría ser un error del sistema, pero al escuchar el nombre de “Laura Escanes”, todos sus sueños se vinieron abajo de inmediato. La boda grandiosa de hace cinco años, el matrimonio ejemplar que parecía inseparable durante estos cinco años, todo aquello de lo que se sentía orgullosa, resultó falso. Alba sostenía aquel certificado falso sin ningún valor legal, regresó a casa desanimada. Justo cuando iba a abrir la puerta, escuchó voces en el interior. Era el abogado de la familia Sainz: —Señor Sainz, ya han pasado cinco años. ¿No considera otorgarle a su esposa un reconocimiento legal de su posición? Alba se detuvo y contuvo la respiración. Después de un largo silencio, la profunda voz de Carlos Sainz resonó: —Esperemos un poco más. Laura aún está trabajando en el extranjero. ¿Cómo podría mantenerse en ese mercado lleno de empresarios sin el título de la señora Sainz? El abogado familiar lo advirtió: —Su matrimonio con la señora, sólo tiene nombre, pero sin sustancia. Si ella decidiera, podría irse en cualquier momento.

El día de mi vigésimo cumpleaños, el amigo multimillonario de mi abuelo colocó varias fotos frente a mí y me pidió que eligiera un esposo. Sin vacilar, seleccioné a Adrián Mendoza, el sexto hijo de la familia Mendoza. Todos los presentes quedaron atónitos. Después de todo, todo el mundo sabía que yo, la heredera de la familia Delgado, había estado obsesionada durante años con Luciano Mendoza, el tercer hijo de los Mendoza. En mi vida anterior, logré casarme con Luciano, quien gracias a esto heredó la mayor parte de los bienes de su abuelo. Pero después del matrimonio, me fue infiel con mi hermana menor, Sofía Delgado. Mis padres, furiosos, enviaron a Sofía a estudiar al extranjero. Desde entonces, Luciano me odió profundamente. Permitió que numerosas amantes que se parecían vagamente a Sofía me humillaran constantemente. El acoso constante me llevó a sufrir una severa depresión. Al final, Luciano reemplazó mis medicamentos con veneno lento, y morí embarazada, llena de amargura. Al renacer, decidí dejarlos ser. Pero cuando se anunció mi compromiso con Adrián Mendoza, Luciano perdió por completo la cordura.

Ayunda Verlia Wijaya anak ke empat dari 6 bersaudara . Walau dia terlahir dari keluarga terkaya yaitu Tuan Fahrid wijaya dan Nyonya Fayra . Walau status nya terpandang namun nasib gadis ini tidak sebaik saudara saudari . Ay memiliki wajah cantik , polos , putih, mancung, tinggi badan ideal dan juga cerdas. Namun kedua orang tua nya tidak pernah menyayangi bahkan saat Ay masih bayi baru lahir Nyonya Fay tidak memberikan nya Asi pertama . Ay minum Susu formula . Yg mengasuh dan mengurus Ay yaitu Bibi Nela yg selalu senantiasa menjaga merawat nya. Namun hingga suatu saat kedua orang tua Ayunda akan menyesal karena tidak pernah sama sekali melihat tumbuh kembang dari putri ke 2 nya sampai dia remaja . Ay sudah tidak tinggal di kediaman Tn Fahrid . Sampai akan ada rahasia yg akan terbongkar dan saudara saudari ay sangat membenci saydari ke tiga mereka .

Mi hija Sofí era una pianista muy reconocida. El día de la final, alguien la encerró en el baño y, confundida, perdió la oportunidad de ganar el campeonato. Revisé las cámaras, descubrí a la culpable y me preparé para denunciar esa trampa. Pero mi esposo Andrés, me detuvo con firmeza. —Es solo una travesura de niños. Si insistes en denunciar a la hermana de Isabel, haré que Sofía ni siquiera obtenga el segundo premio. Temblé de rabia. ¡No podía creer que Andrés fuera capaz de humillar así a su propia hija solo por proteger a la hermana de su secretaria! En ese momento, Sofía me tomó de la mano, aguantando las lágrimas. —Mamá, ya no quiero el campeonato. Y tampoco quiero a papá. Apreté su mano con fuerza. —Está bien. Si tú no lo quieres a él, yo tampoco lo quiero.

Mi hermana, María Sánchez, que siempre despreciaba la escuela, de pronto quiso presentar el examen para la universidad y les pidió a mis papás que me casaran con el hijo de un alto mando militar; a cambio, el general pondría el dinero para su carrera, un “apoyo” disfrazado de arreglo. Entonces supe que ella también había renacido. En la vida pasada, a María los libros le daban flojera: salió de la prepa y se casó con el hijo del comandante de zona, con un arreglo generoso de por medio. Luego a Bruno lo cambiaron a la frontera norte, a una Zona Militar pegada a nogales; a ella le repugnó el entorno y se negó a irse con la tropa. Yo, en cambio, terminé la universidad a puro trabajo y ahorro, entré a una dependencia pública con plaza base y me volví, por fin, capitalina de verdad. Ya metida en la vida castrense, María empezó a cobrar mordidas usando el nombre del suegro general. Lo metió en broncas con los de arriba; la Contraloría de la Militar lo bajó de puesto sin miramientos y, al final, la suegra la corrió de la casa. Tras el divorcio, la engancharon con una “asesoría” para invertir en la Bolsa de Valores; vino el desplome y quemó los ahorros de jubilación de mis papás. Sin salida, se me pegó y, cuchillo en mano, me obligó a entregarle mis ahorros y mi casa “para levantarse otra vez”. En el jaloneo me dio doce puñaladas. Me desangré. Cuando abrí los ojos otra vez, estaba de vuelta al principio: mi hermana les pedía a mis papás que me casaran con Bruno. Yo acepté encantada y me di de baja de la prepa de inmediato.

El día de la boda, la amiguita de la infancia de mi prometido apareció en el lugar con un vestido de novia idéntico al mío, hecho a la medida. Mientras los veía recibir a los invitados juntos, sonreí y comenté lo perfectos que se veían, como si el destino los hubiera unido. Ella, roja de vergüenza y furia, se marchó del evento. Él, frente a todos los presentes, me acusó de ser una mujer celosa y dramática. Cuando terminó el banquete, se fue con ella al destino que habíamos reservado para nuestra luna de miel. Yo no lloré ni hice un escándalo. Simplemente, llamé a mi abogada de inmediato.

Xavier Blackwood is the man every girl at my college dreams about at night, myself included, but I'd never let anyone know that. Standing at 6'8 with steel grey eyes, he's a walking dream, but he's also a world-renowned jerk. Who would have thought that one night, after dragging myself home after doing double shifts at the diner, I'd be jumped by three men...only to have Xavier come to my rescue. Oh yes, Xavier bloody Blackwood saved my life...but the thing I saw, the CREATURE that ripped those men to shreds wasn't the Xavier everyone knows. He wasn't human... He was a wolf, a demon, a creature from myths, and it was the most amazing thing I've ever seen until he attacked me too and knocked me out. Humans that learn about the existence of werewolves have to die. ...There are NO exceptions. The Werewolf Xavier saved me, but now I am condemned to death To make things worse, both Xavier and Axel claim I am their mate ...this can't be good.

I glue my back to the door hoping it would swallow me up as a whole. “Is my feisty kitten scared now?” his 6’2 tall figure towering over me. Pulling up his right hand from his pocket, he grips onto my nape, bringing my face infront of his, mingling our breaths. I attach my hands to his chest in an attempt to put some distance between us. My efforts turn futile when he won’t budge but instead shoves his face into the crook of my neck inhaling my scent. “There is no point in running away now, kitten. You are already trapped” he speaks against my skin. Sparks erupt through my body, travelling down my spine and settling between my legs. Another hand going around my waist pulling me closer to dig his face deeper into my neck. “No wonder you always had men swarming around you all the time!” his deep growls affecting me in a way it shouldn’t.

Isabella Nightlock grew up to the stories of mates, the stories of true love from the one fated to you by the Goddess of the Moon. She knew with the long life span of werewolves that it would take years, maybe centuries, until she meets the one. It is instilled to her just like her training. What she did not expect was to find him on the royal tour with her parents. What she did not expect was for him to be the Alpha of the warriors only pack Frost Moon What she did not expect was to be rejected at the tender age of eighteen. But, what he - Alpha Damon Frost - did not expect that 6 years later he finds out the mate he rejected was none other than the newly crowned Alpha Queen of the werewolf nation and the one to lead them all to war against the Shadows, Demons who's goal is to claim the earth from the other four races. Will Damon be able to win the heart of his mate back after realizing his mistake and will Isabella forgive and accept this Alpha or will she reject him in turn and find a new mate to rule at her side during the trialing times her Nation faces?

Amelie Cavanaugh has faced many hardships in her life. She was orphaned at 8 years old, ran away with her brother from foster care at 14 years old, and constantly worked to achieve her goal of the university. Just when her life is going to plan, life is turned upside down one blustery November day as her brother is injured during a football game. Billionaire Dr. Nathan Michaels is next in line to take over Michaels Investment Group as his grandfather, Carrington Michaels, is retiring. The problem is that the board members think his playboy ways need to be in line for the CEO position. Solution: Carrington Michaels tells Nathan he has 6 weeks to get married, or he will lose the company. A chance sighting of the stunning brown-haired Amelie in the hospital cafe sends Nathan's world into a spin, but when he turns around after receiving his order, she is gone. Who is she? Where did she go? How can he make her his? Will it even matter when a dark family secret involving both families could threaten any chance of happiness?