Mi Nueva Medicina Grande Y Dura
—Ay, no me toques ahí, se va a escuchar todo...
Apenas terminaron las fiestas de septiembre, la empresa organizó una salida a las aguas termales en la sierra. El problema fue que cerraron el camino de regreso de forma inesperada, así que todos tuvimos que quedarnos a dormir allá.
Como era la primera vez que pasaba la noche fuera con ellos, alguien se dio cuenta de mi condición insaciable por un descuido. No tuve más remedio que pedir ayuda y, al final, elegí al hombre que parecía el más tranquilo de todos. Nunca me imaginé que terminaría dominándome de esa manera.