Y al final, la bruma se disipó
El día que se cumplían tres años del matrimonio de Camila y Lucas, él invitó a todos sus amigos para celebrarlo.
Pero, cuando ella llegó al lugar, lo vio de rodillas, proponiéndole matrimonio a Renata, su amiga de la infancia.
Camila lo confrontó con la voz contenida, pero él, con fastidio, simplemente dijo que era parte de un juego de «verdad o reto».
No fue sino hasta que, por proteger a Renata, Lucas empujó a Camila por las escaleras, provocándole un aborto, que ella finalmente despertó del engaño.
Ella le había dicho que le daría cinco oportunidades. Y ahora… las cinco se habían acabado.
—Lucas, quiero el divorcio.