Shapeshifting Encanto

(Inspired by the tale: Snow White and Rose Red)Rose Red had already accepted her poor life that only lives by stealing golds and money from others with her partner, Vayne. A shapeshifter from a mysterious tribe called 'Figtus' that always receives discrimination from the other people. With Vayne's shapeshifting skills and Rose Red's amazing magic power, they formed an amazing heist tandem.But things got different when her twin sister named Snow White suddenly became a crowned princess. Rose Red's life became more complicated and found herself in a conflict between blood and friendship. Because of her choice she must face consequences and challenges to seek for the truth.But to reach the truth, secrets must revealed one by one including hers.Note: I do not own the photo used on the cover. Credits to the rightful owner

Estuvieron casados durante tres años, pero Lucio Fernández solo la veía un par de veces al mes, y cada encuentro solo para cumplir con sus deberes de marido. Jamás mostró verdadero interés por ella, ni se tomó la molestia de conocerla. Cuando llegó el final de aquel plazo de tres años, no dudó en ir en busca de la mujer que siempre había considerado la luz de su vida. Entonces, ella se dio la vuelta con frialdad: —Lucio Fernández, divorciémonos. Te concedo lo que tanto deseas. Desde ese instante, dejó de esperar algo de él. Renunció a la ilusión de un hogar en común y regresó a su carrera. Poco a poco volvió a brillar, brilló con luz propia hasta recuperar su esplendor, un lugar donde él ya no tenía cabida. Y, sin embargo, Lucio fue cayendo, paso a paso, atraído por su talento y su encanto, incapaz de resistirse. Solo cuando ella desapareció por completo de su vida, descubrió la verdad: la había olvidado dos veces. Fue ella quien, cruzando miles de kilómetros, se quedó a su lado con una determinación inquebrantable, todo por devolver aquella vida que le debía. Lucio se arrepintió, pero ya era demasiado tarde. Ella se había convertido en un tesoro nacional, una mujer inalcanzable a ojos de todos. En su desesperado intento por recuperarla, solo escuchó: —Señor, la señora ya no quiere ser la esposa del multimillonario. Esta vez le tocaba a él protegerla, aunque tuviera que recurrir a las medidas más implacables.