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Le di a mi novio a su amor ideal... y terminó arrepentido

Le di a mi novio a su amor ideal... y terminó arrepentido

Tuvimos una relación de diez años. Salvador Ríos, finalmente, aceptó casarse conmigo. Pero el día en que debíamos tomarnos las fotos para la boda, cuando el fotógrafo nos pidió que nos besáramos, Salvador frunció el ceño con desagrado, murmuró que sufría de misofobia y, sin más, me empujó suavemente a un lado y se marchó solo. Yo, con la cara ardiendo de vergüenza, me vi obligada a disculparme con todo el equipo por su actitud. Afuera caía una nevada densa. Era imposible encontrar un taxi. Caminé sola, paso a paso sobre la nieve, con los pies empapados… y el corazón también. Y al llegar al departamento que sería nuestro hogar conyugal, lo encontré besando a Lucía Solís. Abrazándola como si el mundo estuviera a punto de acabarse. —Lucía… solo dime una palabra… y dejo esta boda y todo ahora mismo —susurró él. Diez años de amor ciego… de pronto se convirtieron en una broma cruel. Lloré como nunca. Y luego decidí que sería yo quien escapara primero de esa boda. Tiempo después, se corrió la voz en todo nuestro círculo social: El joven Ríos buscaba desesperadamente a su ex prometida por todo el mundo, solo para rogarle que lo mirara una vez más.
Short Story · Romance
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Yo Y Su Amante, Embarazadas, ¿Él Elegirá?

Yo Y Su Amante, Embarazadas, ¿Él Elegirá?

El día de nuestra boda, Leonardo Sánchez me juró que me amaría para toda la vida. Siete años después, hizo que otra mujer quedara embarazada y hasta la instaló en una mansión de maternidad que había preparado con esmero. Cuando lo descubrí, el vientre de ella ya estaba abultado, a punto de dar a luz. Él apenas se sobresaltó un instante, pero enseguida la protegió detrás de su espalda. —Camila, tú siempre tuviste miedo de ser madre. Con este hijo, la familia Sánchez tendrá un heredero y tú ya no tendrás que sufrir. —Seguiremos igual que antes, nada va a cambiar. Yo sostenía en mis manos el examen de embarazo recién confirmado y, entre lágrimas, solté una sonrisa rota. El día en que Valeria dio a luz, yo me sometí a un aborto, dejé el acuerdo de divorcio y tomé un avión rumbo a un país lejano.
Short Story · Romance
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Mi hermanastra robó mi vida, yo tomé su mundo

Mi hermanastra robó mi vida, yo tomé su mundo

En la entrega de premios del Concurso Mundial de Diseño de Joyería, mi hermanastra, Sandra, se llevó el gran premio. Usó los diseños que me robó. Lo que no sabía era que el mayor patrocinador del evento era Jude Moretti. El Padrino de la familia Moretti. Un monstruo sediento de sangre, marcado por una explosión, un hombre del que dicen que nunca podrá tener hijos. ¿Y el gran premio? Convertirse en la esposa del Padrino. Esa noche, los hombres de Moretti, todos de negro, entregaron un contrato de matrimonio con ribetes de oro. Habían venido por la "diseñadora genio". Mi prometido, Marco, entró en pánico y llevó a Sandra a Las Vegas para salvarla. Se casaron esa noche. Con el matrimonio hecho, Sandra regresó pavoneándose, vestida con mi bata de seda. Mostró el anillo en su dedo y los chupetones por todo su cuello. —Marco es mío ahora —ronroneó—. ¿Qué vas a hacer, Odessa? El Padrino solo te da un día. Si no te casas con él, la Familia tendrá que apaciguarlo. Eso significa enviarte al barrio rojo. Venderte a la clase de psicópata que se excita con cosas rotas. Ella estaba equivocada. Yo tenía otra opción. Encontré a mi padre y a mi madrastra, ambos luchando por lidiar con el contrato. —Lo haré —dije—. Me casaré con el Padrino.
Short Story · Mafia
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Traición en Navidad: Somníferos y Secretos

Traición en Navidad: Somníferos y Secretos

Con tal de salir con su asistente en Navidad, mi esposo puso somníferos en la leche en polvo de nuestra hija. Cuando, angustiada, llevé como pude al hospital con fiebre alta, me sorprendió ver cómo mi esposo subía las escaleras con su asistente en brazos. —¡Yolanda se torció el pie, la estoy acompañando a que la revisen! Mientras nuestra hija era atendida en el quirófano, él no mostró el más mínimo interés. Yo apretaba con fuerza el billete de lotería de un millón de dólares en el bolsillo. Era hora de abandonar ese matrimonio de siete años.
Short Story · Romance
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Promesa de un siglo

Promesa de un siglo

El día de la boda, la amiguita de la infancia de mi prometido apareció en el lugar con un vestido de novia idéntico al mío, hecho a la medida. Mientras los veía recibir a los invitados juntos, sonreí y comenté lo perfectos que se veían, como si el destino los hubiera unido. Ella, roja de vergüenza y furia, se marchó del evento. Él, frente a todos los presentes, me acusó de ser una mujer celosa y dramática. Cuando terminó el banquete, se fue con ella al destino que habíamos reservado para nuestra luna de miel. Yo no lloré ni hice un escándalo. Simplemente, llamé a mi abogada de inmediato.
Short Story · Romance
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Renacido desde las cenizas, no te quiero a ti

Renacido desde las cenizas, no te quiero a ti

Mi marido mafioso, Alessio, se acostaba con su hermanastra, Sophia. En el coche, en el estudio, en el baño, incluso en la mesa del comedor, dejaron pruebas de su aventura por todas partes. —Sophia, no te preocupes. Una vez que consolide mi posición en la familia, te lo daré todo. —Blair... solo es una herramienta para asegurar mi posición. En nuestros ocho años de matrimonio, él me había susurrado las palabras más dulces del mundo. Ahora, su devoción no valía nada. No lloré ni armé un escándalo. En cambio, hice un trato en el mercado negro. En dos semanas, Blair Greco desaparecería de este mundo para siempre.
Short Story · Mafia
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Morí traicionada, renací para destruirlo

Morí traicionada, renací para destruirlo

El mismo día que me tocó dar a luz, la alumna de mi esposo —embarazada y con el orgullo atravesado— decidió largarse sola a escalar la Cordillera de los Andes. Mientras él se la pasaba buscándola sin dormir, como un desesperado, yo estaba en el hospital, desangrándome en un parto complicado que me mandó directo a terapia intensiva. Cuando por fin abrí los ojos, lo primero que vi fue al médico entregándole a mi esposo el parte donde decía que mi vida estaba en riesgo... y él, en vez de acercarse a darme un poco de consuelo, me aventó en la cara los papeles del divorcio. —Camila es mi mejor estudiante —me soltó, serio—. No me voy a quedar de brazos cruzados viendo cómo hace semejante locura. Tú vas a ser mamá, te toca aguantar. En esa vida no firmé. Apenas salí de la sala de partos, me fui directo a la universidad a denunciarlo por la relación que tenía con su alumna. A ella la terminaron sacando del posgrado, y la presión fue tan fuerte que un día se cortó la garganta delante de mí. Cuando él llegó, ya no había nada que hacer: dos vidas se habían ido de golpe. Él no dijo una sola palabra, organizó el entierro y después me trató como si nada hubiera pasado. Yo, ingenua, pensé que por fin la vida iba a darme un respiro. Pero el día que nuestra hija cumplió un año, él le pisó al acelerador y el carro en el que íbamos se fue directo al precipicio. Ese mismo día... se cumplía un año de la muerte de su alumna. Cuando volví a abrir los ojos, estaba otra vez en la sala de partos, justo en el momento en que casi se me iba la vida.
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La posesión del Rey de los Salvajes

La posesión del Rey de los Salvajes

Como hija del alfa de la manada del Lago Azul, lo tenía todo: un aspecto hermoso, un padre cariñoso y un príncipe pretendiente, que era el sueño de cualquier chica. Pero mi mundo perfecto se puso patas arriba cuando mi manada fue masacrada el día de mi cumpleaños por los más despiadados salvajes. Peor aún, descubrí que el responsable, el Omega que cometió los crímenes, era mi hermano adoptivo y mi pareja.*—Atrapé sus labios en los míos en un beso tentativo. Al principio, no se movió ni un milímetro. Permaneció quieto como una piedra. Cuando pensé que me había equivocado, me aparté, pero sus brazos me rodearon y me atrajeron hacia sí, profundizando el beso. Su beso era exactamente lo que yo esperaba. Avasallador… Me acerqué más a Zander, profundizando aún más el beso. De repente, separó sus labios de los míos. Me llevé una mano a los labios y le miré incrédula."La posesión del Rey de los Salvajes" es una obra de Reina Bellevue, autora de eGlobal Creative Publishing.
Hombre lobo
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Antídoto

Antídoto

El chico que me gustaba en secreto y su padre fueron envenenados con afrodisíaco. Por lo que, sin dudarlo, me desvestí para ayudar a su padre a eliminar el veneno. En mi vida pasada, fui obligada a convertirme en el antídoto del chico, dándole un hijo. Pero él nunca regresaba a casa, guardando su «pureza» para su amada inalcanzable. En el quinto año de matrimonio, me descuartizó junto a nuestro hijo y enterró nuestros restos en el jardín de granadas de su amada, como fertilizante. Él estaba convencido de que yo, con malas intenciones, había preparado el afrodisíaco para pasar una noche con él, arruinando su oportunidad de estar con su verdadero amor, quien finalmente se suicidó lejos de casa. Al despertar, descubrí que había vuelto al momento en que habían sido envenenados y, esta vez, elegí convertirme en su… ¡madrastra!
Short Story · Romance
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Mi Bastardo Inocente

Mi Bastardo Inocente

Rebeca, la amiga de toda la vida de mi prometido, resultó que estaba embarazada, por lo que, Héctor, para salvar su reputación, decidió casarse con ella. Cuando, sin poder creérmelo, le pregunté qué iba a pasar con nuestro bebé y conmigo, Héctor me respondió con una calma que me dejó aterrada: —Mira, Gabriela, Rebeca no es como tú. Ella solo me tiene a mí en el mundo. No soportaría el escándalo ni los chismes por un embarazo así. Lo que él parecía olvidar era que yo tampoco tenía a nadie más en el mundo, y que nosotros dos también esperábamos un hijo sin estar casados. Tiempo después, mientras todo el mundo se burlaba y decía que el hijo que yo esperaba era un bastardo fruto de la infidelidad... Héctor, junto a Rebecca, se limitaba a observarlo todo con una indiferencia hiriente. Fue entonces cuando comprendí que, incluso en el amor, hay niveles. Así que tristemente decidí abortar a nuestro hijo, que de por sí no era ningún bastardo, para así dejarle el camino libre a él y a su «inmenso amor» por ella.
Short Story · Romance
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