Adiós sin Fecha de Regreso
El día de mi boda, mi prometido y mi hermana Lana tuvieron relaciones en el cuarto de descanso, en donde los atraparon en el acto.
Me volví el hazmerreír de todos.
Fue mi amigo de la infancia Ramón quien públicamente me pidió matrimonio frente a todos, protegiéndome ostentosamente.
Después del matrimonio, me obedecía en todo. Lástima que siempre tuvimos problemas en la intimidad.
Hasta que este año, después de la fertilización in vitro, me embaracé.
Después de eso me cuidaba aún más.
Pensé que él era mi destino.
Hasta ese día, que escuché su conversación con un amigo.
—Ramón, eres demasiado cruel, Norma te trata tan bien, ¿cómo puedes porque Lana tiene miedo del dolor y no se atreve a parir, cambiar los óvulos para que Norma sea madre sustituta? Además, el bebé va a nacer en dos meses, ¿qué planeas hacer entonces?
Ramón se quedó callado un momento, y suspiró.
—Cuando nazca el bebé, se lo voy a dar a Lana, para cumplir uno de sus deseos. En cuanto a Norma, le voy a decir que el bebé murió. El resto de mi vida, la acompañaré.
Así que era eso.
Lo que yo creía que era cariño tierno, era para complacerla a ella.
Me di la vuelta y programé un aborto.
No quería a ese bebé sucio, y mucho menos ese matrimonio falso.