Lirik Namae Wo Yobu Yo

after loosing twenty men to an unknown attacker in the Amazon rain forest, Brazil calls on U.S.A to help with investigations as to what is going on in the forest. a U.S infantry unit of seven strong men, are deployed into the forest to investigate the matter and bring back information regarding the attack on the Brazilian military. their mission becomes impossible as they loose communication and are now on their own in the rain forest with no idea of what awaits them. With no report from the first team, U.S.A sends in another team to extract the first team within two weeks, ignorant of the fact that what they will face will become a world problem that would make the world question America's action. little does anyone know that what will happen yo the U.S and her President is as a result of a twelve year revenge plot perpetrated by a very powerful player.

Drei Tage vor meiner Markierungszeremonie steckte jemand das Brautmodengeschäft in Brand, während ich drin mein Zeremonienkleid anprobierte. Alpha Marcus ließ den Brandstifter ins Rudelgefängnis werfen und verurteilte ihn zu der härtesten Strafe, die unsere Gesetze zuließen. Ich lag im Krankenhausbett, mein Körper übersät mit Verbrennungen dritten Grades, und wollte gar nicht richtig aufwachen, weil die Realität meiner Entstellung immer mehr auf mich einstürzte. In meinem halbbewussten Zustand hörte ich, wie Marcus mit der Heilhexe des Rudels sprach. „Alpha, wir können sie mit der alten Magie immer noch vollständig heilen. Wenn wir länger warten, wird Sarah diese Narben lebenslang tragen! Du willst doch nur, dass Miss Rachel an der Markierungszeremonie deine Luna wird. Das ist unmenschlich!“ „Sie soll die Narben behalten. Ich werde für sie sorgen, solange sie lebt, aber wenn sie geheilt wird, macht sie bestimmt Ärger bei der Zeremonie.“ „Ich habe Rachel versprochen, dass ihr Kind mit allen Ehren ins Rudel aufgenommen wird. Nur wenn Sarah völlig entstellt ist, wird sie dankbar genug sein, Rachels Kind wie ihr eigenes großzuziehen. Die Narben sind notwendig – so wird sie sich niemals trauen, das Kind schlecht zu behandeln.“ In der dunklen Ecke des Zimmers, wo niemand hinsah, lief mir eine Träne über die verbrannte Wange. Das war also die Wahrheit. Die Markierungszeremonie, von der ich immer geträumt hatte, war nichts als eine Lüge. Das Band, nach dem ich mich so sehr sehnte, sollte zu meinem Todesurteil werden. Wenn es so sein sollte, dann würde ich ihm geben, was er wollte.

Tuvimos una relación de diez años. Salvador Ríos, finalmente, aceptó casarse conmigo. Pero el día en que debíamos tomarnos las fotos para la boda, cuando el fotógrafo nos pidió que nos besáramos, Salvador frunció el ceño con desagrado, murmuró que sufría de misofobia y, sin más, me empujó suavemente a un lado y se marchó solo. Yo, con la cara ardiendo de vergüenza, me vi obligada a disculparme con todo el equipo por su actitud. Afuera caía una nevada densa. Era imposible encontrar un taxi. Caminé sola, paso a paso sobre la nieve, con los pies empapados… y el corazón también. Y al llegar al departamento que sería nuestro hogar conyugal, lo encontré besando a Lucía Solís. Abrazándola como si el mundo estuviera a punto de acabarse. —Lucía… solo dime una palabra… y dejo esta boda y todo ahora mismo —susurró él. Diez años de amor ciego… de pronto se convirtieron en una broma cruel. Lloré como nunca. Y luego decidí que sería yo quien escapara primero de esa boda. Tiempo después, se corrió la voz en todo nuestro círculo social: El joven Ríos buscaba desesperadamente a su ex prometida por todo el mundo, solo para rogarle que lo mirara una vez más.

Waking up in an unfamiliar place (Hotel), Meifeng found herself bare and cold, with pain scattered all over her body. Unable to recall how she got there, her mind filled with horrified thoughts, as a shiver ran through her spine. Just then the door of the bathroom attached to the room opened, revealing a man wearing black bathrobe. Her eyes widened, shock evident on her face as she pointed towards him, “Yo…You…” She stuttered. Instantly panicked about the girl, he ran towards the bed, trying to touch her face, only to see her flinch in fear and drill herself in duvet in the next second. Wrapping herself like a sushi, the girl only revealed her eyes, which darted towards the messy condition of the room with clothes scattered all over. “How am I here?”

Si Lou Wisesun ay may kakayahan na makita ang future marriage ng isang tao. Kaya nitong tuklasin ang buong pangalan ng taong mapapangasawa mo at taon kung kailan mismo kayo maikakasal. Handa ka bang magbayad para makilala si “The One”? Ngunit anong gagawin mo kung nakita sa’yo na ikakasal ka sa isang mahirap na farmer? Sa isang lalaki na may limang kapatid at walang ibang ginawa ang buong pamilya niya kundi ang magtanim ng palay sa kanilang bukiran. Kaya mo nga bang baguhin ang takbo ng tadhana mo? This is the story of Onalisa Gwen. She has a mission. A mission to stop marrying her future Husband in order to protect her family reputation.

"Divorce paper?" kunot noo pa na tanong ni Sophia kay Francis pagkabukas nya ng iniabot nitong sobre sa kanya. Matapos kasi ang ilang buwan na pamamalagi ni Francis sa ibang bansa ay ito kaagad ang bungad nya sa kanyang asawa pagbalik nya ng bansa. Ang Divorce paper. "Yes. Divorce paper. Maghiwalay na tayo," maawtoridad na sagot ni Francis kay Sophia. "Sige kung yan ang gusto mo at makapagpapaligaya sa'yo ay maghiwalay na lamang tayo," sagot na lamang ni Sophia kahit na sa kaloob looban nya ay nalulungkot sya.

En la competencia de pociones, mi hermana adoptiva me robó la poción que yo misma preparé y, gracias a eso, se llevó toda la gloria de la noche. Nadie imaginaba que aquel torneo, más que un espectáculo cualquiera, era en realidad la forma en que el clan de los Serpientes elegía esposa para su heredero: un hombre temido por su crueldad e incapaz de tener hijos. Esa misma noche, el clan de los Serpientes mandó un contrato nupcial: la autora de la poción debía casarse con el heredero. Cuando mi prometido se enteró, perdió la cabeza. Sin pensarlo dos veces, se acostó con mi hermana y así sellaron su pacto. Con la marca del lobo todavía quemándole la espalda, mi hermana se plantó frente a mí, descarada, restregándome en la cara lo que había conseguido. —Tu prometido ya es mío, querida hermana. ¿Y ahora qué? En tres días cumples veinticinco y, si nadie se casa contigo, el Consejo te va a mandar con uno de esos errantes, viejos y abusivos que nadie quiere. Ella creía que me tenía acorralada. Se equivocaba. Aún me quedaba una salida. Fui a buscar a mis padres, que en ese momento intentaban arreglar el desastre causado por mi hermana. —Si ella no quiere casarse con el heredero de los Serpientes —dije con firmeza—, ¡entonces lo haré yo!

"Mom, please stop searching for a lover. I don't want Fathe r's condition to deteriorate further due to your behavior. Ot herwise, I will destroy any relationship you have with any m an!" Chelsea admonished, giving a warning. She had lost c ount of how many warnings she had given, given the nume rous men her mother had approached for money, despite h er father's serious illness. "It's up to you, do whatever you want. I don't care anymore because I can't bear to live in poverty," the mother replied c almly, indifferent to Chelsea's feelings. "Fine, if that's what you want. I swear I will marry one of yo ur most meaningful lovers!" Chelsea promised her mother when the pain had taken over her.

El día de la boda, la amiguita de la infancia de mi prometido apareció en el lugar con un vestido de novia idéntico al mío, hecho a la medida. Mientras los veía recibir a los invitados juntos, sonreí y comenté lo perfectos que se veían, como si el destino los hubiera unido. Ella, roja de vergüenza y furia, se marchó del evento. Él, frente a todos los presentes, me acusó de ser una mujer celosa y dramática. Cuando terminó el banquete, se fue con ella al destino que habíamos reservado para nuestra luna de miel. Yo no lloré ni hice un escándalo. Simplemente, llamé a mi abogada de inmediato.

Después de la muerte de su amada, Leandro Fuentes me odió durante diez años. Intenté acercarme a él de todas las formas posibles, pero él solo me lanzaba una sonrisa helada. —Si de verdad quieres agradarme... mejor muérete. Aquella frase me atravesó el pecho como una daga. Pero el día que un camión se lanzó contra mí, fue él quien dio su vida para salvarme, muriendo en un charco de sangre. Antes de cerrar los ojos para siempre, me miró profundamente y dijo, con voz entrecortada: —Si tan solo... nunca te hubiera conocido. En el funeral, la madre de Leandro, doña Eugenia, se aferraba a su retrato mientras las lágrimas le nublaban la vista. —¡Yo debí dejarlo estar con Clarisa! ¡Nunca debí forzarlo a casarse contigo! Su padre, don Ernesto, me fulminó con la mirada, y, con la voz cargada de rabia, añadió: —¡Leandro te salvó tres veces! ¡Era un hombre excepcional! ¡¿Por qué no moriste tú en su lugar?! Todos, absolutamente todos, lamentaban que él se hubiera casado conmigo. Incluso yo. Me echaron del funeral como si fuera una ladrona de paz. Sin rumbo, como un alma errante, caminé sin saber a dónde ir. Tres años después, un avance científico rompió las barreras del tiempo: se creó una máquina capaz de llevarnos al pasado. Y yo... yo volví. Esta vez, decidida a no volver a cruzarme con Leandro, a dejar que él y Clarisa estén juntos. Esta vez, haré feliz a todos... aunque eso signifique desaparecer de sus vidas.