Mi hijo rogaba por la ex de mi esposo como madre… Reencarné y lo eliminé sin dudar
Antes de la boda, descubrí que llevaba más de dos meses embarazada.
Leobardo Ríos, algo ebrio, acarició mi vientre y bromeó a medias:
—Verónica Vega, aún no estoy preparado para ser padre. ¿Y si no tenemos este bebé?
Con el corazón en calma, respondí suavemente:
—Está bien.
En mi vida pasada, había insistido en quedarme con ese hijo. Pero, cuando Valeria Sánchez perdió el suyo por accidente y quedó con secuelas para volver a concebir, Leobardo me guardó rencor.
Después de la boda, su actitud hacia mí fue completamente fría, mientras el hijo que había traído al mundo tras un parto difícil, que casi me costó la vida… lloraba, deseando que Valeria fuera su madre.
Más tarde, cuando tuve un accidente de coche y me desangraba, padre e hijo pasaron junto a mí con total indiferencia, con tal de poder llegar a tiempo al parto de Valeria.
Mientras yo moría desangrada, ellos celebraban con efusividad una nueva vida.
Por eso, en esta nueva oportunidad, no volveré a perderme a mí misma ni tomaré el camino equivocado, por lo que, sin más, marqué el número del director, para anunciarle:
—Estoy dispuesta a unirme a la expedición polar.