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Soy la falsa heredera malvada que creció en una familia rica. Después de mi muerte, mi amor de la infancia publicó mis fotos íntimas, llamándome una cualquiera que solo sabía seducir hombres. Tras lo cual, la gente llegó a casa gritando que me merecía la muerte. Mis papás, para librarse de mi mala suerte, quemaron toda la mansión esa misma noche e incluso les dieron mis cenizas a los perros. Todos decían que me lo merecía. Hasta que el día de la gran boda en vivo entre la verdadera heredera y mi amor de infancia, recibieron mi regalo de bodas.

After enduring four years of humiliation and mistreatment, Charlotte decides to break free from the man who never loved her and the family that never accepted her although she was pregnant. Having sacrificed her true identity in the name of love, she now seeks to reclaim it for herself. But unexpectedly, the once-distant man becomes passionately interested in her, but Charlotte remains firm in her decision. As she forges ahead with her new life, she faces numerous challenges, unearths troubling secrets from her past and hidden truths, she walks through endless drama and the schemes of her enemies. The question remains: Will Charlotte overcome these obstacles and find her path, or will she rediscover the love she has long awaited?

Mi hija Sofí era una pianista muy reconocida. El día de la final, alguien la encerró en el baño y, confundida, perdió la oportunidad de ganar el campeonato. Revisé las cámaras, descubrí a la culpable y me preparé para denunciar esa trampa. Pero mi esposo Andrés, me detuvo con firmeza. —Es solo una travesura de niños. Si insistes en denunciar a la hermana de Isabel, haré que Sofía ni siquiera obtenga el segundo premio. Temblé de rabia. ¡No podía creer que Andrés fuera capaz de humillar así a su propia hija solo por proteger a la hermana de su secretaria! En ese momento, Sofía me tomó de la mano, aguantando las lágrimas. —Mamá, ya no quiero el campeonato. Y tampoco quiero a papá. Apreté su mano con fuerza. —Está bien. Si tú no lo quieres a él, yo tampoco lo quiero.

Cuando me apuñalaron, luché con todas mis fuerzas para llamar a mi hermano. Solo cuando mi conciencia comenzaba a desvanecerse, él respondió, con un tono de evidente fastidio. —¿Qué quieres esta vez? —Hermano, ayuda... No pude terminar la frase. Me interrumpió bruscamente. —¿Por qué siempre tienes problemas? A finales de mes es la ceremonia de graduación de Luna. Si no vienes, ¡te juro que te mataré! Dicho esto, colgó el teléfono sin dudar. No pude soportar el dolor. Cerré los ojos para siempre, con lágrimas aun corriendo por mi rostro. “Hermano, no tendrás que matarme. Ya estoy muerta.”

I applied for a popular online job as a personal chef. I thought I'd be cooking simple, home-style meals, but I quickly found myself trapped in a world of surprises. The food they were craving was me, served on a platter. The wealthy women were looking for excitement, torturing me night after night. But what they didn't realize was, the real thrill came when the dogs turned on each other.

No Natal, meus pais decidiram trabalhar para ganhar o salário triplicado, e mais uma vez me deixaram sozinha em casa. Pensando nos últimos vinte anos, em que eles sempre fizeram isso, decidi que não queria passar mais uma noite fria e solitária. Peguei meu jantar natalino e fui procurá-los. Mal sabia eu que aqueles pais, que sempre alegaram estar tentando ganhar um pouco mais de dinheiro, sairiam de um carro de luxo, rindo e abraçando um garoto da minha idade, e entrariam em um restaurante cinco estrelas. — Vocês acham certo deixar Caroline sozinha em casa? — Perguntou o garoto. Minha mãe respondeu com indiferença: — Não tem problema, ela já está acostumada. Meu pai, sem o menor peso na consciência, completou: — Como ela poderia se comparar a você? Você é o verdadeiro tesouro dos nossos corações! Virei as costas e fui embora. Eles fingiram ser pobres para enganar a mim, mas desta vez eu não quero mais a companhia deles!

Fui levada ao tribunal pelos meus pais biológicos. O juiz utilizou a mais recente tecnologia para extrair nossas memórias, e o julgamento foi conduzido por um júri de cem pessoas.

"Lebih baik melepaskan dengan keikhlasan dari pada bertahan dengan keterpaksaan." (Nuri Wulandari) "Aku lelah, aku kehilangan arah. Bantu aku menemukan diriku kembali." (Andri Firmansyah) "Jangan pedulikan aku, agar aku tidak terjebak lebih dalam. Aku takut tak mampu mengendalikan perasaanku." (Rini Anggraini) Kisah cinta segitiga yang penuh drama dan konfik. Bagaimana akhir dari takdir ketiganya?

Mis padres tenían miedo de que yo usara la identidad de hija de ricos para fastidiar a otros. Así que me mandaron al rancho, adoptaron a la niña de esa familia y la trajeron a la ciudad para educarla. En el rancho todos los días me levantaba a las cuatro a dar de comer a los puercos, caminaba tres horas para estudiar, y casi me muero al enfermarme por no comer bien. Por treinta dólares de colegiatura, llamé por primera vez a su teléfono, pero me acusaron de gastar dinero a lo tonto. Pero, de inmediato, para que mi hermana menor escogiera escuela, donaron un edificio. Cuando con esfuerzo entré a la preparatoria a la que ella iba, obtuve un lugar de honor. Pero mis padres me pidieron que se lo diera a mi hermana menor, y me regañaron con furia: —De verdad que eres una maldita, le robaste las cosas a tu hermana menor, y, por tu culpa, no puede estar tranquila. Estás en deuda con ella de por vida. Con su identidad, renunciaron a mi lugar de honor, y dejaron que mi hermana menor cumpliera su deseo. Incluso, para su futuro le dieron a ella las acciones de la compañía y la casa. Toda la familia se estaba preparando para salir del país juntos. Viendo todo esto, ya no me sentía triste, por lo que, tranquila, me limité a empacar mi maleta, dejé aquella casa que no me pertenecía.

After the school cafeteria for elementary school kids shut down, I decided to offer meals for all the kids in our building at my home. At the end of the month, when it came time to settle the bill, one of the neighbors wasn’t happy. “The new caterer downstairs only charges $2.50 per meal, but you’re charging us $5! That’s an extra $75 per kid per month. Do you have no shame?” she accused me. I calmly explained that I only used free-range meat and organic vegetables in my meals. But no matter how patiently I tried to reason with them, the parents insisted I refund the difference and demanded I charge no more than $2.50 per meal moving forward. When I lowered my costs to meet their demands, they started accusing me of mistreating their children. They went online to expose me and even reported me to the authorities. The online attacks were relentless. I was fined, and my husband lost his job because of the controversy surrounding me. The stress pushed me into depression, and in the end, I jumped off a building to end it all. When I opened my eyes again, I saw those same parents being swayed by others in the neighborhood to send their kids to the new daycare service that only charged $2.50 a day. What they didn’t know was that the lunch caterer next door did serve meat every day—but it was frozen, diseased pork that had been sitting in storage for two years.